Madrid, 11 sep (EFE).- El abaratamiento de los carburantes y de la electricidad han devuelto al IPC al terreno negativo, con un descenso interanual de los precios del 0,4 %, después del ligero alza del 0,1 % de los dos meses anteriores que habían puesto fin a casi un año de caídas.
De cara a los próximos meses, desde el Ministerio de Economía han previsto que el precio del petróleo seguirá tirando a la baja de los precios, algo que ven positivo porque permite una mayor renta disponible para los ciudadanos, si bien han considerado que cerrarán el año con subidas aunque "muy limitadas".
La tasa del IPC (IPC.MX)de agosto empeoró cinco décimas respecto a la de julio, cuando los precios subieron el 0,1 %, y está en línea con la registrada en el octavo mes del año 2014 (-0,5 %).
El INE ha confirmado el dato adelantado hace dos semanas, que rompía con la breve y suave recuperación de los precios experimentada en los meses de junio y julio (0,1 %), volviendo a situarlos en el terreno negativo en el que estaban desde hacía casi un año.
En agosto, los precios del transporte bajaron interanualmente un 5,4 %, casi dos puntos más que el mes pasado, debido al mayor abaratamiento de los carburantes y lubricantes, en tanto que los de la vivienda disminuyeron el 1,9 %, casi dos puntos más, por el descenso de la electricidad frente a la subida de un año antes.
El INE también resalta, aunque en menor medida, la bajada de los precios del gasóleo de calefacción, mayor que la de agosto de 2014.
Pese a la caída general de los precios, destaca el buen comportamiento de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que aumentaron el 1,9 %, con una mejora de cinco décimas, por el encarecimiento de las legumbres y hortalizas frescas y, aunque en menor medida, de los aceites, que se abarataron en agosto de 2014.
En cuanto a la inflación subyacente, es decir, una vez eliminado el efecto de los alimentos frescos y la energía, los precios aumentaron el 0,7 %, una décima por debajo del mes anterior, de forma que encadena 10 meses seguidos por encima del IPC general.
En rueda de prensa, el secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, ha dicho hoy que la caída del precio del petróleo está "influyendo mucho" en la tasa de inflación, pero ha afirmado que el Gobierno considera pese a ello que los precios cerrarán el año en positivo con un aumento "muy limitado".
La influencia del petróleo también es evidente para la coordinadora del Servicio de Estudios del IEE, Almudena Semur, que ha previsto que el recorte de los precios del crudo mantengan a la inflación en mínimos en lo que queda de año, lo que provocará que la media anual pueda ser de nuevo negativa (-0,4 %).
El incremento de las tensiones inflacionistas se percibirá más claramente en el 2016, año en el que prevé una tasa media anual de crecimiento de los precios del 1,2 %, "siempre y cuando se produzca una recuperación gradual del precio del petróleo y no haya subidas impositivas".
En el mismo sentido, el servicio de estudios del BBVA ha considerado que en el futuro se consolidará la tendencia positiva en el componente subyacente, aunque no descartan "alguna caída marginal y transitoria de los precios generales en el corto plazo".
Desde el Gobierno también han valorado el dato de agosto porque permite una mayor renta disponible para los ciudadanos, que la pueden usar para ahorro o para consumo, algo en lo que difieren sindicatos como UGT, que considera que la caída de la inflación es consecuencia de la persistente devaluación de las rentas de las familias.
Para la patronal, por el contrario, es necesario que continúe "la moderación salarial" para seguir aumentando la competitividad y favorecer la creación de empleo".