
La crisis desatada en el mercado bursátil chino no ha dejado indiferente a nadie, ni en Europa ni en EEUU. Los números rojos se han ido imponiendo a uno y otro lado del Atlántico. Las dudas entre los inversores son cada vez más evidentes y en el conjunto del mercado también. La incertidumbre sigue reinando en un mercado en el que la volatilidad se mantiene aún en cotas muy elevadas.
Prueba de ello son las salidas a bolsa que se han llevado a cabo en el mercado en los últimos meses. O mejor dicho, las que no se han producido. Durante los meses de mayo y junio se han aplazado más de una treintena de OPV (ofertas públicas de venta) en el mercado al calor de la inestabilidad generada por el desplome de la bolsa en la segunda economía del mundo. De hecho, 2015 se ha convertido ya en el año en el que más aplazamientos de salidas a bolsa se han producido en los últimos doce años (rango máximo de tiempo que ofrece Bloomberg).
Empresas como Greenstone, Vantage Energy, Mota-Engil Africa (subsidiaria de Mota-Engil, el mayor grupo constructor de Portugal) o Polar Star Realty han aplazado su debut en el mercado bursátil por diversos motivos.
Las malas condiciones de mercado han obligado a algunas compañías a dejar este tipo de operaciones para más adelante. De hecho, algunos bancos coordinadores de este tipo de operaciones, han aconsejado a las compañías no salir a bolsa hasta que las condiciones del mercado mejoren.
Cerca de un 60% de los aplazamientos que se han producido en las salidas a bolsa este año se han producido en China. Concretamente, 26 de las 44 posposiciones se han producido en este mercado. No es para menos. "Entre las cuatro medidas excepcionales tomadas por parte del Gobierno chino para poder contener el avance de los bajistas en el mercado se encuentra la suspensión de todas las salidas a bolsa planeadas", señalan desde el departamento de análisis de Lombard Odier.
La más destacada de todas, atendiendo al tamaño de la OPV planeada ha sido la del fabricante de aparatos electrónicos y de electrodomésticos Henan Thinker Automatic Equipment. Se trata de una empresa industrial dedicada a la investigación, desarrollo y fabricación de dispositivos de seguridad para trenes. La compañía con sede en Zhengzhou (China) fue fundada en 1992 y pretendía captar un total de 190 millones de euros con su debut en el parqué.
Fuera de las fronteras chinas
La posibilidad de enfriamiento en el crecimiento mundial ha dejado de ser una hipótesis para convertirse en una realidad. Si hace unos días era el FMI quien advertía de que el crecimiento mundial podría ser inferior al previsto anteriormente, la semana pasada fue Australia quien confirmó los peores temores de inversores y analistas. El país aussie dio a conocer la semana pasada su peor dato de crecimiento trimestral en más de dos años. Su PIB correspondiente a abril, mayo y junio registró un avance frente al apuntado en el primer trimestre de 2015 de únicamente un 0,2%, su nivel más bajo desde 2013.
El colapso en el mercado de materias primas, así como el consecuente fin del boom de la minería al calor de una economía china cada vez más ralentizada -los datos de PMI así lo confirmaron este martes- han jugado en contra de un país dependiente de las materias primas. Y algunas de las compañías con su sede social allí ya notan las consecuencias de la ralentización de la economía aussie. Entre ellas las cotizadas en el mercado bursátil o quienes pretenden salir a cotizar a él. Es el caso de la aseguradora Greenstone, que hace unos meses anunció que retrasaba su OPV por valor de 900 millones de dólares después de una acogida peor de lo esperado.
Un retraso de manera "indefinida" que, si bien es cierto que coincidió con un momento bursátil difícil, también lo es que guardó cierta relación con el escepticismo que demostraron los expertos sobre el proceso de salida a bolsa. Y es que los interrogantes sobre la contabilidad de la aseguradora, así como las previsiones de crecimiento ofrecidas fueron puestas en duda en numerosas ocasiones.
En España, Orange
En España queda por dilucidar qué pasará con la filial de Orange después de la adquisición de Jazztel por 3.400 millones. elEconomista adelantó que la firma tenía intención de salir al parqué, algo que ha confirmado recientemente el consejero delegado de Orange España, Jean Marc Vignolles, que afirmó a principios de este mes que la firma tiene "intención e interés" en considerar la salida a bolsa del grupo, que, probablemente, alcanzaría un peso mucho mayor en el mercado del que tenía Jazztel.