
Después de seis años, el Banco Popular trata de encontrar una salida digna a los 13.000 inversores que quedan de bonos convertibles. Serán canjeados por acciones de manera obligatoria el próximo 25 de noviembre. La solución que contempla la entidad presidida por Ángel Ron será un depósito con una rentabilidad máxima del 5% con vencimiento en 2020 y de la que serán informados de manera individual cada uno de los afectados, según confirmaron a elEconomista fuentes del Banco Popular, de manera que no se ofrecerá una fórmula genérica como sí realizaron otras entidades con anterioridad. Fue el caso de Banco Santander en mayo de 2012 cuando trató de enmendar -parcialmente- las pérdidas que asumían los inversores de sus títulos convertibles a través de un producto llamado unit-linked (seguro de ahorro).
Este incremento en la rentabilidad del depósito tendrá ya un impacto negativo sobre las cuentas del Popular en 2015. Un informe de JP Morgan revela que "un aumento de la rentabilidad media" de este producto "desde el 0,41% del mes de junio hasta el 0,7% estimado para 2015" supondrá, consideran los expertos, "una reducción de los beneficios motivada por el mayor coste del dinero a plazos" que deberá asumir.
Una solución para los bonistas
En 2009, Banco Popular emitió 700 millones de euros en bonos convertibles con un vencimiento inicial en 2013; en los que se valoraba la acción a 7,01 euros, con una prima del 10% sobre la cotización de sus títulos en aquel momento, y con una rentabilidad de euríbor a tres meses más el 4%. En 2012, en vista de que la situación de mercado no mejoraría, la entidad ofreció un "canje voluntario" a los bonistas en el que se mejoraban las condiciones iniciales al ofrecer una rentabilidad del 7% anual, una opción que fue aceptada por el 95,3% de los afectados. El próximo mes de noviembre los 634,4 millones de euros que aún quedan invertidos en convertibles llegarán a vencimiento y se cambiarán por una acción que ha perdido un 79% de su valor durante los últimos seis años, en los que, además de una nefasta racha bursátil, los bonistas han soportado hasta 41 ampliaciones de capital y un contrasplit de 5x1 (agrupación de acciones) en junio de 2013. En el año, los títulos de la entidad asumen una caída del 15%.
El contrapunto a estas pérdidas son los cupones que los inversores han recibido anualmente y cuya rentabilidad acumulada asciende al 39,3%, según cuantifica la propia entidad. Esto hace que los bonistas estén a las puertas de asumir una minusvalía del 30% sobre su inversión inicial. Es por ello que, con el objetivo de cuidar al cliente, Banco Popular lanzará un depósito al 5% como máximo que supera, con mucho, el 0,48% de rentabilidad que ofrecían de media los depósitos a más de dos años en julio, según los últimos datos recogidos por el Banco de España.
Golpe a su beneficio
Banco Popular sufre la mayor rebaja de estimaciones de beneficio para 2015 de toda la banca española. Los expertos han reducido en un 29% sus expectativas de ganancias para la entidad que cerrará el año con 376 millones de euros, frente a los cálculos iniciales de comienzos de año que hablaban de 523 millones de euros. Del mismo modo, el consenso de mercado reduce en un 12% su estimación de beneficio de cara a 2016, hasta los 660 millones de euros.
Otras cuatro entidades sufren un recorte de las expectativas para 2015 desde que comenzara el año. Destaca CaixaBank para quien los analistas estiman hoy un 18% menos de beneficio con respecto a enero, que reducen hasta 1.602 millones de euros; y BBVA, con una rebaja del 15% sobre sus ganancias iniciales esperadas y que cerrará el año con 3.854 millones de euros de beneficio neto, según el consenso recogido por FactSet.
Tan sólo Bankinter y Banco Sabadell han visto cómo los analistas elevaban su previsión de beneficio en 2015. Las estimaciones para la entidad naranja suben tímidamente un 0,20%, hasta los 390 millones de euros, mientras que Banco Sabadell celebra una revisión al alza del 13% con respecto a enero, hasta los 676 millones de euros.
