Bolsa, mercados y cotizaciones

China y Grecia generan ganancias en el refugio de la deuda europea del 3,4%

La evolución del precio de los bonos soberanos a 10 años de algunos países europeos no deja lugar a dudas. El boom por activos más seguros ha vuelto al mercado. El bono español deja en el bolsillo del inversor una revalorización del 4% en sólo mes y medio. Por su parte, la rentabilidad del bono suizo a 10 años ha caído hasta su nivel más bajo desde el mes de enero.

Al calor del desenlace de la crisis griega y de la incertidumbre que ha generado en el ámbito de la renta variable la devaluación del yuan por parte del Banco Popular de la República de China (PBoC), el interés por los bonos soberanos a 10 años de los países de la eurozona ha vuelto a incrementarse. Las principales referencias a una década de los países de la zona euro -escogiendo los de España, Alemania, Francia, Italia y Suiza- han visto cómo su precio se ha revalorizado cerca de un 3,4% de media en poco más de mes y medio, generando una consecuente caída en la rentabilidad que ofrece a los inversores que compren ahora. Así, un ahorrador que el 1 de julio adquiriera un bono a 10 años de España, por ejemplo, habría acumulado hasta ahora una ganancia superior al 4% (ver gráfico). Su rentabilidad ha pasado del 2,3 al 1,94% de ayer.

Sin embargo, el bono español no es el que más alegrías ha dado a los inversores en las últimas semanas. Quien más lo ha hecho ha sido el portugués, que ha logrado una revalorización del 5,45% desde el mes de julio (ver gráfico). "Son varios los factores que han influido en este movimiento", comenta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. "Principalmente -continúa este experto-, han afectado la devaluación de la divisa china y la caída registrada por las materias primas, que han ejercido una fuerte presión deflacionista". Además de ello, pese a la esperada subida de tipos, que los expertos retrasan ahora hasta el mes de diciembre, el aplanamiento de la curva de precios del bono estadounidense a plazos más largos también ha favorecido el movimiento. La rentabilidad del T-Note ha descendido desde el 2,48% hasta el 2,14% en mes y medio al calor de este incremento, muy cerca del nivel marcado en mayo.

La excepción del 'Bund'

En este sentido, el bono alemán se ha revalorizado un 2,38% desde el 14 de julio. Y es que al haber cambio de referencia no se puede calcular la rentabilidad que ha dejado en el bolsillo de los inversores desde principios de julio, sino desde mediados, momento desde el cual su rentabilidad se ha reducido hasta el 0,62%.

"Por el momento, no valoramos una reanudación de la tendencia alcista de los últimos meses, simplemente un rebote que sirve para ajustar parte del último y fuerte movimiento bajista", señala Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, sobre el futuro del bono alemán. Pese a ello, la curva de precios del futuro del Bund está planteando una vuelta a la zona de sus máximos del año e históricos (mínimos en rentabilidad).

"Mientras no se pierda el soporte que el futuro del Bund presenta en las 153 figuras, se mantendrá en pie la posibilidad de ver mayores alzas hasta la zona de los 156/156,50", señala Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.

Suiza también ha sido una de las referencias que más atractivo ha generado durante la temporada estival. "La actuación de los bancos centrales apuntala siempre este tipo de movimientos, y tener detrás una red tan importante como la que supone el Banco Central Suizo siempre ayuda", justifican desde Citi.

El precio de la referencia a 10 años del bono helvético se ha disparado un 2,8% en julio y agosto, generando una severa caída de la rentabilidad que ofrece, que ha vuelto al terreno negativo. Es decir, que los inversores pagan por prestar dinero.

Los fondos también suben

Precisamente, los productos que invierten en renta fija de la zona euro reflejan esta reciente vuelta de tuerca de sus rentabilidades. Según los datos disponibles en Morningstar, estos fondos han subido, de media, un 0,7% durante los últimos treinta días. Un comportamiento que difiere del registrado en meses anteriores. Y es que si la categoría comenzó 2015 con ganancias, el rally de la renta fija fue agotando la poca gasolina alcista que le quedaba hasta empezar a provocar pérdidas en sus carteras en el mes de abril. Entonces, los fondos de renta fija euro retrocedieron de media un 0,5 por ciento; en mayo, descendieron un 0,7%; y en junio la brecha se amplió hasta desplomarse un 1,5%.

El desenlace de la crisis griega y las últimas devaluaciones acometidas por el Gobierno chino, que atemorizaron a los mercados, han provocado que los inversores se refugien al calor de la renta fija europea. Y lo han obtenido. Muestra de ello es que, durante el último mes, un 85% de los fondos de la categoría tiene ganancias, frente al 30% que se mantiene en positivo durante los últimos tres meses.

A mediados de abril, elEconomista realizó una encuesta para conocer la opinión de los expertos acerca del recorrido que todavía le quedaba a la renta variable y la renta fija del Viejo Continente. Entonces, el 67% de los encuestados creía que ambos activos ya habían dejado atrás su mejor momento del año y que obtener un 5% en los bonos no se repetiría. En ese sentido, aquellos inversores que no deshicieran su inversión en ese momento habrán pasado a ganar en el ejercicio un nimio 0,3%, con las caídas que se han producido desde entonces.

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