Bolsa, mercados y cotizaciones

La inflación de China repunta dos décimas, hasta el 1,4 %, en junio

Pekín, 9 jul (EFE).- El índice de precios al consumo (IPC) de China subió un 1,4 % en junio respecto al mismo mes del año pasado, lo que supone una inflación dos décimas superior a la registrada en mayo, pero que sigue evidenciando la ralentización de la segunda economía mundial.

Con toda la atención puesta en la volatilidad de las bolsas, que hoy cerraron con fuertes subidas tras casi un mes de caída libre, la Oficina Nacional de Estadísticas china publicó la evolución de los precios, antesala de la tasa de crecimiento del PIB del segundo trimestre que se conocerá el próximo miércoles.

El repunte de dos décimas del IPC respecto a mayo contrasta con el desplome del índice de precios al productor (IPP), indicador de la inflación al por mayor, que descendió un 4,8 % interanual en junio, y agravó una tendencia deflacionista que se prolonga ya más de tres años.

La subida del IPC es superior a la pronosticada por muchos analistas y sitúa la inflación de la primera mitad del año en el 1,3 %, todavía muy lejos del objetivo del Gobierno chino de alrededor de un 3 %.

Este incremento se debe fundamentalmente al pobre registro de mayo, cuando la inflación se situó en el 1,2 % y disparó los temores de que el gigante asiático entrara en una fase deflacionaria, reconoció el analista de la Oficina Nacional de Estadísticas Yu Qiumei, en un comunicado.

Aun así, sigue siendo una cifra inferior a la inflación interanual del 1,5 % de abril, máximo en lo que va de año.

La subida en los precios de los alimentos, especialmente de las verduras y el cerdo, fue el principal factor que impulsó la leve recuperación del IPC respecto a mayo, detalló Yu.

Los indicadores de inflación de los seis primeros meses del año se han mantenido muy alejados de los objetivos del Gobierno chino y la cifra de inflación en los primeros seis meses del año divulgada hoy no alcanza ni a la mitad de la meta oficial.

Además, el IPP siguió a la deriva, acentuó en dos décimas la caída del 4,6 % que experimentó en mayo y abril y encadenó su cuadragésimo mes consecutivo con descensos interanuales.

El hundimiento de los precios en la industria petrolera, de la minería del carbón y de los metales ferrosos, empujó a la baja este indicador, explicó Yu.

Los analistas tienden a ver la persistente caída del IPP como un icono de los problemas en la estructura industrial de China, lastrada por la ineficiencia y el exceso de capacidad de varios sectores.

La bajada del indicador de los precios al por mayor es, además, la mayor en lo que va de año, junto con la que registró en febrero, aunque entonces estaba bajo el efecto estacional del Año Nuevo lunar.

"A pesar de la mejora del IPC, la profundización de la deflación del IPP apunta a las persistentes presiones deflacionarias en la economía china", señalan en un comunicado del banco HSBC los economistas Jing Li y John Zhu, quienes reclaman a Pekín más estímulos monetarios.

Esta petición llega a pesar de que el banco central chino ha recurrido en repetidas ocasiones a la política monetaria para incentivar la actividad económica desde que en noviembre puso fin a dos años sin intervenciones en esta materia.

Las últimas medidas expansivas llegaron el pasado 27 de junio, con el conocido como "doble recorte", que rebajó tanto los tipos de interés de referencia (25 puntos básicos) como los coeficientes de caja (50 puntos básicos), algo que no sucedía desde 2008.

Los datos conocidos hoy plantean un complejo escenario para las autoridades chinas, que hasta hace unas semanas estaban preocupadas por las reformas estructurales para conducir su economía hacia una "nueva normalidad", una etapa de menor crecimiento, pero más sostenible.

Sin embargo, en los últimos días su lista de prioridades se ha visto alterada por el hundimiento de las bolsas, que ha obligado a las instituciones a reflotar unos parqués bursátiles que en menos de un mes han dilapidado cerca de un tercio de su valor.

Las turbulencias de los mercados han relegado a un segundo plano los datos macroeconómicos de la economía china, que van mostrando una cada vez más acuciante ralentización del gigante asiático cuya dimensión se conocerá con exactitud la próxima semana cuando se publiquen los datos del PIB del segundo trimestre.

Adrià Calatayud

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