Bolsa, mercados y cotizaciones

Alemania y el bund: de ser refugio a ser una de las inversiones más peligrosas

  • La volatilidad de los últimos meses invita a la prudencia a los inversores

El desplome de la deuda pública en general y de la alemana en particular está creando un nuevo escenario. La volatilidad marca un mercado que se consideraba seguro, y ya ni siquiera el bono alemán a 10 años (bund) se considera un refugio para los inversores, y los nervios también parece que se trasladan a la bolsa. Los expertos no ven cercano un gran drama, pero la prudencia se impone.

Andreas Utermann, jefe de inversiones global en Allianz, con 412.000 millones de euros en activos bajo gestión, asegura que los bonos alemanes son "una de las inversiones más arriesgadas". Ultermann, en declaraciones a The Wall Street Journal, mantiene que los inversores saben que van a perder dinero (descontando la inflación) con los niveles actuales del bund. Y, en comparación, la bolsa tendría que caer un 30% en los próximos 10 años para ser una inversión peor.

El problema del desplome en los bonos es que se está trasladando a la bolsa. El DAX, índice de referencia alemán, vivió a comienzos de año un rally que le llevó a récords históricos en abril, pero desde entonces vive uno de los peores desplomes de Europa, y el viernes pasado cerró en mínimos de tres meses tras caer un 10% desde sus máximos.

"Es bastante difícil ignorar el crash en el bund", explica en declaraciones a Bloomberg el gestor Michael Kapler, de Mittelbrandenburgische Sparkasse. Las medidas del Banco Central Europeo (BCE) ayudaron a debilitar el euro y reducir los rendimientos de los bonos (inversos al precio) en un principio, pero la mejora de la economía europea y del IPC han revertido estos efectos.

Volatilidad: profecía autocumplida

Además, las sorprendentes palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, quien advirtió la semana pasada de que la volatilidad en los bonos había llegado para quedarse, se han convertido en una profecía autocumplida. Y la volatilidad se ha disparado tanto en el mercado de bonos como en el bursátil.

Hans Stoter, jefe de inversión de NN Investment Partnes abunda en el hecho de que "nunca antes había habido problemas en operar con bonos hasta recientemente", cuando la volatilidad ha causado estragos. "Esto es nuevo, creo que ha llegado para quedarse".

Es más, esta volatilidad sin precedentes hace que sea cada vez más difícil incluso operar. Porque los bancos se muestran cada vez más reacios a tener bonos en cartera por el riesgo que supone. "Los volúmenes en los bonos solían ser buenos. Ahora los bancos no quieren operar con grandes paquetes de bonos porque no tienen forma de deshacerse de ellos rápidamente si las cosas explotan", avisa Henk Rozendaal, jefe de renta fija en Rabobank.

Todavía no han llegado las grandes ventas

Esta volatilidad en la deuda en general y el bund en particular está llegando a pesar de que, realmente, los inversores no han comenzado a deshacer sus posiciones masivamente. Según los datos de Bloomberg, es cierto que se han perdido más de 626.000 millones de dólares a nivel global en los mercados de deuda soberana desde finales de marzo, pero parece que los inversores no están huyendo a pesar de todo.

Por ejemplo, se han invertido casi 1.000 millones de dólares en los ETFs de renta fija en la última semana, un indicador de que la demanda por deuda no ha desaparecido. "El volumen es significativo pero no frenético dado el movimiento en los rendimientos", explica Jim Bogel, estratega de tipos de interés en FTN Financial. "No está claro que está provocando esta intensidad de las ventas".

Además del BCE, los inversores citan con frecuencia la mejora de los datos económicos en general y la perspectiva de que suban los tipos de interés en EEUU por primera vez desde 2006. La preocupación es que si los rendimientos suben demasiado rápido los fondos de bonos busquen deshacer sus posiciones para minimizar las pérdidas, causando una espiral de ventas en la deuda.

No habrá drama, por el momento

En cualquier caso, los analistas parecen descartar una especie de Armagedón en los bonos, y confían en que las ventas de bonos sean temporales. Y precisamente lo mismo que ahora incrementa los problemas a corto plazo, la fortaleza relativa de la economía europea, ayudará a largo plazo a los bonos alemanes y al DAX.

"El mercado está ahora un poco cansado después de las fuertes subidas desde comienzos de año. Si vemos una mejora en la economía europea, Alemania estará bien", defiende Benno Galliker, operador en el Luzerner Kantonalbank, en Suiza.

Además, las grandes caídas vividas la semana pasada en el bund parece que han ofrecido oportunidades para entrar en los inversores, que las han aprovechado para entrar. Así, parece que, sin cambios fundamentales en la política monetaria global y un crecimiento global relativamente lento, los inversores no están dispuestos a huir definitivamente de los bonos, al menos de momento.

De momento, lo que sí que parece que impera entre los expertos es la prudencia, como expone Ioan Smith, director gerente en KCG Europe. "Mucha gente necesita evaluar prudentemente su exposición. Todo el mundo sigue a lo que está pasando en el bund. Tienen activos que son refugios seguros que de repente se vuelven volátiles. Es una situación un poco ridícula".

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