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La producción de esquisto empieza a caer

  • El cierre de plataformas petrolíferas en EEUU generaría la caída

A mediados del siglo XX surgió la idea de inyectar agua en el subsuelo para favorecer la extracción de petróleo. Fueron los primeros pasos del fracking, una técnica de extracción que ha terminado revolucionando el mercado energético.

Sin embargo, no fue hasta el año 2009 cuando la generación de petróleo en Estados Unidos empezó a acusar la efectividad de esta técnica: tras más de dos décadas de caídas de producción, desde que arrancó el año 2009 esta avanzó un 80 % en cinco años, desde los 5,1 millones de barriles diarios hasta los 9,32 millones en los que terminó el año 2014. Así, debido al auge del fracking, Estados Unidos se colocó en tan sólo un lustro como uno de los tres productores más grandes del mundo de oro negro, poniéndose al nivel de Arabia Saudí y Rusia, e incluso superándolos algún mes, logrando situarse como el primer productor de la materia del mundo por primera vez en su historia.

Sin embargo, con el descenso del precio de petróleo que se originó el verano pasado, tras decidir los países de la Opep (Organización de Países Exportadores de Petróleo) que no recortarían la producción a pesar de la caída de la demanda, muchos productores estadounidense empezaron a acusar el precio de un barril por debajo de los costes de extracción, lo que puede terminar traduciéndose en la primera caída de producción del esquisto de la historia: la Agencia de Información Energética destacó el 13 de abril que esto ocurrirá el próximo mes de mayo.

Si la intención de Arabia Saudí cuando se negó a recortar la producción era la de castigar la extracción de crudo esquisto en Estados Unidos, parece que la decisión está empezando a dar sus frutos. El descenso tiene su origen en la desactivación de plataformas de extracción que está teniendo lugar durante los últimos meses. La semana que finalizó el 12 de abril terminó con el menor número de plataformas activas en Estados Unidos desde el año 2010: 760.

En conjunto, la producción global de crudo en Estados Unidos ya ha caído durante dos semanas en abril y desde el pasado mes de enero no se daba un descenso en este sentido. Sin embargo, el consumo sigue siendo débil en el gigante norteamericano, ya que los inventarios de petróleo continuaron avanzando en este periodo, hasta marcar un nuevo máximo histórico en los 483,7 millones de barriles.

Su precio está despertando... ¿para largo?

Las subidas en el precio de petróleo han llegado antes del descenso en la producción de esquisto en Estados Unidos. El barril West Texas americano cerró los cinco días que terminaron el 17 de abril encadenando la quinta semana consecutiva de avances, una racha que se no se veía desde febrero en 2014, y que está generando dudas en el mercado sobre si se trata del inicio de una recuperación sostenida de los precios del petróleo.

Y es que, aunque el barril europeo no ha conseguido ligar esta racha, desde los mínimos del año que marcó en enero su precio se ha revalorizado ya casi un 40%, un avance incluso superior al 30 de subida que ya lleva el West Texas desde sus mínimos marcados el 17 de marzo.

Además, la compra de BG Group por parte de Shell el pasado 8 de abril -la adquisición más grande de la industria del petróleo en más de una década- ya generó la especulación de que las grandes productoras empiezan a vislumbrar una recuperación de los precios, o, al menos, que las caídas no profundizarían por debajo de los mínimos que se alcanzaron este año.

Los últimos datos publicados por la Comisión de Futuros sobre Materias Primas de Estados Unidos reflejó como los hedge funds incrementaron sus posiciones largas al crudo en un 9% durante la segunda semana de abril, el mayor avance que se ha visto desde agosto del año 2014.

Sin embargo, los alcistas no las tienen todas consigo, y todavía hay algunos factores que podrían lastrar los avances del precio del petróleo. En primer lugar, el llamado fracklog, una artimaña que están llevando a cabo los productores estadounidenses de esquisto, que, en más de 3.000 pozos dentro de las fronteras de país, mantienen la roca perforada, pero sin activar el proceso de extracción, según destacan fuentes de Bloomberg. Se trata de una nueva forma de aprovechar una situación de contango -cuando el precio de entrega al contado es inferior al precio de los contratos de futuro-, a la espera de que suban los precios para activar los pozos. El potencial de producción para el futuro de estos pozos podría ralentizar la recuperación de los precios, según afirman expertos a Bloomberg.

Además del fracklog, el consumo de crudo puede seguir lastrado por otros factores como la incorporación de Irán a la oferta global de crudo si se levantan las sanciones económicas al país.

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