Tras el fin de semana de peregrinación a Omaha, Nebraska, donde Berkshire Hathaway celebró su junta anual de accionistas. Con la resaca dejada por el multitudinario encuentro, Warren Buffett, estuvo acompañado por Bill Gates y Charlie Munger, vicepresidente de Berkshire, un interesante debate emitido ayer por el programa Squawk Box de la CNBC.
Entre los temas destacó la discrepancia entre dos de los hombres más ricos del planeta y su afinidad por dos de las divisas del momento. Buffett defendió su apetencia por el dólar estadounidense y destacó que el billete verde "seguirá siendo una divisa de reserva mundial durante los próximos 50 años". De ahí que apostase sin duda alguna por la divisa estadounidense. Sin embargo, Gates no dudó al apostar por la divisa china, el yuan, como su apuesta "durante los próximos 10 años".
Al mismo tiempo el Oráculo de Omaha reconoció que la Reserva Federal lo va a tener difícil a la hora de subir los tipos de interés si se tiene en cuenta que las acciones del Banco Central Europeo han provocado que los tipos de interés en la zona euro hayan caído significativamente. Según Buffett una subida de tipos en estos momentos provocaría un encarecimiento aún mayor de la divisa estadounidense que afectaría aún más a las exportaciones del país.
