
Hoy es el gran día. A las 12:00 la campana sonará para dar la bienvenida a la nueva cotizada, Naturhouse. De la mano de su presidente, Félix Revuelta, el grupo dará un nuevo paso en su historia y colocará el 25% de su capital.
Una decisión que se ha amasado durante los últimos siete años pero que no se había llevado a cabo por la falta de internacionalización de la firma. Ahora, y motivada por el hambre de seguir creciendo (está presente en 27 países), Naturhouse debutará con un precio de salida de 4,8 euros por acción, lo que se traduce en una valoración de 288 millones, es decir, el rango bajo de la horquilla. Ahora bien, con esta capitalización, Naturhouse ofrece un descuento del 6,4% frente a sus comparables.
No obstante, uno de los aspectos que más ha destacado de la empresa desde que se publicó el folleto de colocación es su política de dividendos. Nada más y nada menos que un payout (porcentaje del beneficio dedicado al pago de dividendos) del 80%. Precisamente, una de las características que resaltaba su presidente, es que la firma no tiene deuda y no necesita excesivos recursos para crecer, lo que le permite abordar este ambicioso plan de retribución.
En este sentido, y con una valoración de 288 millones, los dividendos de la firma ofrecerían una rentabilidad del 6,3%, es decir, la más alta del mercado español, ya que hasta ahora ese título lo ostentaba DF, con un rendimiento del 6,25%.
Eso sí, los nuevos accionistas podrán participar en el reparto con cargo a los resultados acumulados a partir del 17 de marzo de 2015, ya que antes de su debut en bolsa, Naturhouse se ha comido su caja (desde la firma aseguran que no la necesitan para crecer) al repartir hasta 11 millones de euros en concepto de dividendo (el año pasado esta cuantía alcanzó los 14,207 millones).
De momento, el grupo no se plantea abrir más su capital a nuevos inversores: "Yo quiero tener mi mayoría siempre", aseguraba Félix Revuelta a elEconomista.