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La economía china sigue creciendo a buen ritmo, pero la inflación también

La economía china siguió registrando una tasa de crecimiento de dos dígitos en el primer semestre, aunque en leve desaceleración, mientras se ve confrontada a las turbulencias internacionales y a una inflación inquietante.

El Producto Interior Bruto (PIB) de la cuarta economía del planeta, que ya en 2007 pisaba los talones a Alemania en el tercer lugar, aumentó un 10,4% interanual, tras una desaceleración que le vio pasar del 10,6% en el primer trimestre al 10,1% en el segundo. En 2007, el crecimiento registró su quinto año consecutivo de un ascenso de dos dígitos y su mayor nivel en 13 años, 11,9%.

"Esta desaceleración es conforme a nuestras previsiones. Es una desaceleración estable", se congratuló el portavoz de la oficina nacional de estadísticas, Li Xiaochao, en una conferencia de prensa. Li atribuyó este buen resultado a la disciplina de las regiones que aplicaron "cuidadosamente" las medidas de control macroeconómico y políticas decididas a escala nacional. Desde hace varios años, el gobierno se esfuerza por evitar el sobrecalentamiento de la economía, y este año se fijó un objetivo de crecimiento modesto del 8%.

Pekín también está preocupado por la incertidumbre del contexto económico internacional. "Existen problemas, entre ellos la fuerte presión sobre los precios, la situación financiera internacional difícil y las incertidumbres del desarrollo económico mundial", subrayó Li.

La inflación aún flirtea con el 8%. El índice de precios al consumo aumentó un 7,9% interanual entre enero y junio, bastante por encima de la meta del 4,8% que fue la tasa del año pasado y que el gobierno esperaba volver a tener este año. No obstante, se moderó últimamente tras haber registrado en febrero un máximo en 12 años: 8,7% interanual. En junio, el índice tuvo un alza del 7,1%.

El elevado nivel de inflación "tornará más difícil un mayor ajuste de la política monetaria del banco central", indicó el banco Standard Chartered. El banco Goldman Sachs, que tampoco espera nuevas alzas de los tipos de interés este año, apuesta por aumentos del nivel de "encaje" (nivel de reservas obligatorias de los bancos, que limitan el crédito y la liquidez) y la continuación de la apreciación del yuan. Esto podría ser complementado por una nueva política fiscal, "para ayudar a reequilibrar la economía", como reducciones del IVA, estimó Goldman Sachs.

Y si se producen alzas de las tasas de interés tras los Juegos Olímpicos de agosto, "serán demasiado débiles como para tener un efecto notable sobre las inversiones", indicó Moody's Economy.com.

Las inversiones en capital fijo, siempre sólidas, progresaron un 26,8% entre enero y junio en las zonas urbanas.

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