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Sabadell cambia el statu quo de la banca mediana al irse de compras

Las entidades retoman su proceso de internacionalización paralizado durante la crisis, lo que transformará el 'ranking' del sector en España por beneficios y capitalización.

Las ampliaciones de capital de los bancos españoles han acaparado muchos titulares en la prensa en los últimos años. Y que no le extrañe leer o escuchar en los próximos meses que una entidad vuelve a elevar el capital. Un mismo titular, pero con un contenido muy distinto. Una vez que los bancos han fortalecido sus balances para cumplir con las exigencias de Basilea, estas operaciones pueden producirse para otro cometido: ir de compras.

El sector prepara el bolsillo para proseguir su internacionalización, paralizada por la crisis. Los movimientos ya han comenzado y lo más significativo es que todo apunta a que el ranking de la banca española no será el mismo que hoy conocemos. Ni por tamaño, ni por beneficios.

CaixaBank y Sabadell acaban de mover ficha. La entidad presidida por Isidro Fainé, que cerró esta semana la absorción del negocio español de Barclays, está pendiente de adquirir BPI, sobre el que lanzó una opa. CaixaBank pretende elevar su presencia en Portugal, donde aterrizó hace 20 años -cuenta con un 44 por ciento en BPI-, con una operación que está íntimamente relacionada con la puja por Novo Banco (antiguo Espirito Santo), ya que BPI es una de las entidades interesadas, junto a otras como el Santander. Los expertos valoran positivamente el movimiento, con algún matiz: "Creemos que la adquisición de BPI supone una oportunidad, pero hay dudas sobre las necesidades de capital de CaixaBank en caso de ser exitosa", sostiene un informe de Barclays. Desde Natixis consideran que "es inevitable" un aumento del capital en CaixaBank si la opa sigue su curso -se ha complicado por la oposición de la segunda mayor accionista, la angoleña Isabel Dos Santos- y en caso de que BPI compre Novo Banco.

La que ya está en marcha es la ampliación de Banco Sabadell para la compra de la entidad británica TSB. La adquisición permitirá al banco presidido por Josep Oliu dar un importante salto para diversificar geográficamente su negocio, puesto que pasará de tener un 5 a un 22 por ciento fuera de España con la compra de TSB. Pero esta operación, además, consolidará la posición de Banco Sabadell dentro de la banca española.

La entidad se reforzará como el quinto banco por capitalización y beneficio en España, un puesto que ahora pelea de cerca con Popular. Incluso puede ir más allá. Según los pronósticos de JPMorgan, la incorporación de TSB catapultará al Sabadell como cuarto banco español con más beneficio en 2017, solo por detrás del Santander, BBVA y CaixaBank, adelantando a Bankia. La firma estadounidense prevé que las ganancias de la entidad alcancen los 1.468 millones ese año, frente a los 1.370 millones que estima el consenso de mercado para Bankia.

El nuevo esquema del sector

La clasificación de la banca española ya está sufriendo cambios. Santander, BBVA y CaixaBank lideran -y seguirán liderando-, en ese orden, el sector en España tanto por capitalización, como por beneficios y activos -ver gráfico-. Pero las siguientes plazas están más reñidas. En 2014, Bankia ganó 662 millones; Banco Sabadell, 372; y Popular, 330. Fue la primera vez que el Sabadell adelantó al Popular en beneficio, algo que será el statu quo a partir de ahora, si bien en 2012 el banco catlán logró ganancias y el Popular registró pérdidas. Estos resultados se han reflejado en el valor de estas entidades. Desde finales de 2014, la entidad catalana lucha por una mayor capitalización, pese a que el Popular sube en torno a un 13 por ciento en 2015. La diferencia entre ambas es ahora de unos 2.000 millones, a favor de Sabadell, que se acerca a los 12.000. El consenso de mercado valora, a la espera de TSB, a ambas prácticamente igual, recomendando vender. Para las firmas de inversión, los dos bancos estarían sobrevalorados, con un precio objetivo que las sitúa entre los 8.900-9.000 millones.

Pero, ¿supondrá la compra de TSB una clara ventaja para el Sabadell? ¿O habrá más movimientos? Nuria Álvarez, analista de Renta 4, cree que "no es descartable que Popular o algún otro banco más haga compras para diversificar, ya que el negocio español no va a volver a dar rentabilidades de doble dígito". El momento es oportuno. "En el contexto del QE en Europa y en la estela de la recuperación económica española, los jugadores nacionales están buscando claramente salir fuera", señala un informe de Mediobanca.

Hasta ahora, el partido se jugaba por ganar cuota en España, por donde ha venido buena parte del crecimiento de Sabadell en la década. En 2006, compró Banco Urquijo y es cierto que un año más tarde llegó a Florida para adquirir TransAtlantic (TAB), donde regresó para unir esta entidad con Bank Mellon United National Bank (MUNB) y para comprar el Lydian Private Bank. En medio del proceso de reestructuración del sistema en España, se fusionó con Banco Guipuzcoano en 2010 y dos años más tarde se hizo cargo de la CAM. A ello sumaría en 2013 la adquisición de Caixa Penedés y Banco Gallego, así como el negocio español de Lloyds.

También Popular ha intentado afianzar su posición en España en los últimos diez años absorviendo a Banco de Galicia, Banco de Vasconi, Banco de Crédito Balear, Banco de Galicia y Banco de Andalucía y, más tarde, con la compra de Banco Pastor. No obstante, la entidad ha buscado elevar su presencia fuera. En opinión de Nuria Álvarez, "Popular no es un banco que se esté quedando con las manos quietas, siempre ha sido activo en términos de compras. Su interés siempre ha estado en México". En 2014, compró el 24,99 por ciento del mexicano Grupo Financiero Ve Por Más (Bx+) y, tras adquirir también el negocio de Citibank en España -que prevé que aporte 66 millones de beneficio en 2017-, se fijó en la parte de Centroamérica de Citi, algo que por ahora parece haber descartado.

Bankinter, sin embargo, está atrincherando su negocio en España entre clientes pata negra -una de cada tres sicav que se abre es suya-, pero, de momento, no está ampliando su negocio fuera. La brecha en beneficios entre Popular y Bankinter crecerá hasta 400 millones en 2017 desde los 55 de 2014.

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