
La escalada de los dividendos en Estados Unidos parece haber frenado su ritmo, al menos eso considera S&P Dow Jones Indices. Según la gestora de los principales indicadores que marcan el pulso de la renta variable en la mayor economía del mundo, el incremento neto de dividendos (básicamente la suma de las subidas menos las rebajas de retribución) alcanzó los 12.600 millones de dólares en los primeros tres meses del año. Una cifra que se aleja de los 17.900 millones de dólares registrados el año pasado por estas mismas fechas.
Si ajustamos estas cifras a términos monetarios y dólares contantes y sonantes, podríamos decir que la entrega de dividendos se ha ralentizado un 30 por ciento con respecto el mismo periodo de 2014. En los últimos 12 meses los incrementos netos de dividendo han caído una media del 17,7 por ciento hasta los 49.600 millones de dólares frente a los 60.100 millones acumulados el año pasado.
"Por desgracia, nuestra preocupación el pasado trimestre sobre la evolución del sector energético energía y los dividendos relacionados con la energía se ha materializado", afirma Howard Silverblatt, analista de S&P Dow Jones Indices.
Es cierto que la mitad de los recortes de dividendos se han producido dentro del sector energético y de materias primas, que acumulan alrededor de 3.500 millones de dólares o el 80% de los recortes de retribución registrados entre enero y marzo.
El impacto del abaratamiento del crudo y la caída en los precios de las commodities han tenido un tremendo impacto tanto en el flujo de caja como en los beneficios de las compañías relacionadas con ambos sectores. "Pese a que los precios se han estabilizado recientemente, la confianza sigue cayendo dado que las empresas recortan gastos y dividendos", matiza Silverblatt.