
El año 2015 presenta un gran reto para los gestores de renta fija europea con las rentabilidades de la deuda en mínimos históricos y con muchos bonos en negativo. El rally de la renta fija que ha durado décadas podría tocar a su fin, por lo que el escenario actual es todo un desafío para los gestores. Thant Han, gestor y responsable de varios fondos de renta fija de Standish, de BNY Mellon IM, ofrece su visión del mercado ante una coyuntura tan complicada.
Las compras de deuda del Banco Central Europeo (BCE) han provocado un descenso nunca visto en las rentabilidades de la deuda, ¿hasta dónde pueden caer?
El BCE seguirá comprando bonos, por lo que las rentabilidades seguirán cayendo. La entidad ha puesto claramente un límite a esta caída, hasta el -0,2%, pero no creemos que los bonos a 10 años puedan caer hasta esos niveles.
¿Y en los tramos más cortos, pueden caer las rentabilidades por debajo de este nivel?
Ahora mismo ya vemos tramos en el entorno del -0,2%, donde el BCE deja de comprar. Lo que creemos es que los tramos más largos son los que pueden comportarse mejor, porque sus rentabilidades pueden seguir cayendo.
Cada vez más analistas advierten de que el mercado de deuda puede ser una burbuja, ¿es así?
No describiría este mercado como una burbuja, si bien es cierto que los activos pueden estar sobrevalorados durante un periodo de tiempo y ahora hay una distorsión en el mercado, que es el BCE, sin embargo, es cierto que hay una parte del mercado que está cara, como son los bonos soberanos.
¿Podría estallar este mercado en algún momento?
Es difícil ver una venta fuerte de bonos en la eurozona en los próximos meses. Hay que recordar que la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra se embarcaron en el QE hace mucho tiempo y no hay más que ver dónde están las rentabilidades actualmente (en el entorno del 2% en el bono a 10 años). Esto evidencia que las rentabilidades de los plazos más largos no deberían subir muy arriba. Además se produce otra situación, y es que la demanda supera claramente a la oferta, por lo que esa ecuación dice que los precios tienen que subir.
El BCE ha puesto su objetivo de compras mensuales en 60.000 millones, ¿esta cifra es realista?
En primer lugar, no me sorprendería que, en el caso de que no consiga mejorar la inflación, se vea forzado a revisar este programa y expandirlo también a bonos corporativos. Es un riesgo que está sobre la mesa dadas las presiones bajistas que hay sobre la inflación. Pero también puede tener problemas para alcanzar esa cifra de compras mensuales. Si miramos a las matemáticas, la entidad quiere comprar 60.000 millones al mes en bonos, de los cuales, 45.000 millones aproximadamente serán de deuda pública, mientras que las emisiones netas están en torno a 11.000 millones. Esto significa que se produce una descompensación que hace que los precios tengan que subir.
¿Significa que los bonos de 10 y 30 años podrían llegar al mismo nivel?
Creo que es pronto para afirmarlo. Seguirá habiendo una prima temporal para los bonos más largos. Pero sí que es cierto que puede haber periodos con la curva totalmente aplanada o incluso descendente.
¿Llega tarde el BCE con su QE?
Si hubiese llegado antes, hubiese ayudado. Tuvo la oportunidad de comprar con rentabilidades mejores, pero como en el pasado, el BCE reacciona con lentitud, por lo que no nos sorprendió. Pero es cierto que ha conseguido rebajar el coste de la financiación.
¿Los bonos de los países periféricos serán los más beneficiados?
Creo que hay potencial para que los diferenciales respecto a Alemania caigan más. Hay tres componentes importantes: la demanda de rentabilidad sigue siendo alta, en los periféricos la curva es más empinada y, por último, si el BCE está determinado a mantener los tipos bajos, no hay razón para que los diferenciales no se estrechen.