Tras cerrar el martes como la peor sesión en más de dos meses, las bolsas estadounidenses volvieron a caer el miércoles, pero los descensos fueron mucho menos pronunciados. Por su parte, Europa rebotó con fuerza tras probar la eficacia de los soportes.
Parece que los inversores siguen desconfiando de los efectos que genera un dólar fuerte en los balances de las compañías exportadoras, y vendieron una vez más, acciones estadounidenses. Eso sí, las caídas fueron menos pronunciadas que en la sesión anterior, con el Dow Jones perdiendo un 0,15% en el parqué y el S&P 500 un 0,19%.
En este punto, los analistas de Ecotrader consideran que "los principales índices estadounidenses se encuentran a corto en fase de corrección de las subidas de las últimas semanas, tras la cual todo apunta a que la tendencia alcista se volverá a imponer".
En la otra cara de la moneda está Europa, donde las bolsas europeas han recuperado con creces lo perdido durante la jornada pasada. El EuroStoxx 50 se revalorizó más de un 2,3% en el día otros índices como el Dax germano o el Cac francés subieron un 2,66% y 2,31% respectivamente. El Ibex 35, por su parte, recuperó un 1,10% el martes, cerrando en los 11.021 puntos básicos. En este punto, el selectivo de la bolsa española es el único que se mantiene por debajo de sus primeras resistencias, que se encuentran en los 11.080 puntos.
Y es que el euro volvió a caer y profundizó su depreciación en lo que va de 2015 frente al dólar, que ya alcanza casi el 13%. La moneda única cerró por debajo de los 1,06 dólares, un nivel que no se veía desde el ejercicio 2003. Con este descenso, el euro ha retrocedido frente al billete verde en nueve de las diez últimas sesiones, una caída libre que favorece a las firmas de la euro zona, que tienen gran capacidad de exportación.
Por contra, en Estados Unidos la constante apreciación del dólar no está sentando tan bien y distintos bancos de inversión ya han reducido la previsión de crecimiento del país para 2015 hasta niveles del 2% y numerosas empresas se han quejado porque supone un freno para sus ventas fuera del país.