
De un tiempo a esta parte y gracias a la intercesión de la Reserva Federal, la liquidez ha inundado el mercado de renta variable de Estados Unidos. Un hecho que para muchos analistas ha generado el encarecimiento o sobrevaloración de algunas compañías que cotizan por estos lares. Mientras unos han intentado señalar a las redes sociales, incluso Janet Yellen hizo alusión a ellas en julio del año pasado, como prueba de que la renta variable hierve de forma abundante, los síntomas pueden encontrarse en otros sectores curiosos.
Para muchos puede ser anecdótico, para otros la representación que los tipos de interés entre el 0 y el 0,25 por ciento desde 2008 y el bombeo de liquidez a través de tres rondas de compras de bonos y activos ejerce sobre el mercado. El caso es que el mercado de sándwich de grilled cheese, véase bocadillos de queso fundido, está que arde. Así lo demuestra The Grilled Cheese Truck, una compañía con sede en Ft. Lauderdale, Florida, especializada en licenciar camionetas de comida especializadas en queso fundido en Los Ángeles (California) y Fénix (Arizona). ¿Su objetivo?: "Convertirse en el mayor operador dentro del sector del queso fundido artesano", según reza su página web.
El caso es que esta compañías ha comenzado a cotizar en el mercado extrabursátil OTC Markets Group, bajo el ticker GRLD y con una capitalización de mercado de casi 100 millones de dólares. Según apuntaba Barry Ritholtz en su columna para Bloomberg View, "por mucho que nos guste el queso fundido, esta no es una valoración razonable".
La compañía, que opera a 5,5 dólares por título emitió un total de 18 millones de acciones con la intención de captar capital. Sin embargo si echamos un vistazo a sus cuentas la compañía sólo cuenta con un millón de dólares en activos y deuda por valor de 3 millones de dólares. En el cuarto trimestre de 2014, la compañía ganó casi un millón de dólares en ventas pero registró una pérdida neta de 900.000 dólares. Para los primeros nueve meses de 2014, la compañía registró unas ventas de 2,6 millones de dólares y unas pérdidas de 4,4 millones de dólares.
"No existe una prueba más interesante de esta exuberancia irracional en la renta variable que un camión de queso fundido, o mejor dicho, cuatro, que operan con una valoración bursátil de 100 millones de dólares, esto no ocurre a no ser que los mercados cuenten con algún tipo de exceso", señala Ritholtz. De momento, desde su emisión de acciones el pasado 29 de enero, los títulos de la compañía han perdido alrededor de un 5,47 por ciento. Aún así, The Grilled Cheese Truck mantiene un valor de mercado que ronda los 100 millones de dólares.