Bolsa, mercados y cotizaciones

Los nuevos dividendos de la bolsa española tienen más nubes que claros

A pesar de sus elevadas rentabilidades, las 'yieldco' no son para todos los perfiles, mientras que las socimis están en fase de consolidación y por ahora son inversiones menos líquidas.

ACS no sólo dio la campanda hace algunas semanas al anunciar que sacará al mercado su filial de energías verdes Saeta Yield, sino que uno de los elementos más sorprendentes es cómo lo hará, ya que utilizará la estructura yieldco, siendo Saeta la primera de este tipo que cotice en España. Se trata de un vehículo de inversión más extendido en Estados Unidos por el que una empresa saca a bolsa los activos que cuentan con ingresos recurrentes, a la vez que predecibles y, por tanto, permiten ofrecer altos dividendos. Y éste es precisamente uno de sus principales ganchos, las altas rentabilidades por dividendo que presentan.

Ahora bien, ¿merecen la pena frente a otras estructuras? Y es que en el mapa de los dividendos el inversor no siempre encuentra un cielo despejado, por lo que es necesario analizar cuáles son los pagos que se esconden bajo nubes y claros, cuáles son los que brindan al accionista más luces que sombras o cuáles son los que pueden traer tormenta.

Retribuciones con bruma

A pesar de que las yieldco tienen más tradición en Estados Unidos, algunas empresas españolas se están apuntando a esta modalidad, como es el caso de Abengoa, que sacó a la bolsa estadounidense Abengoa Yield, o ACS, que hará debutar en el mercado a Saeta Yield. Estos vehículos de inversión tienen su principal atractivo en el dividendo, de hecho, con los 57 millones de euros que planea repartir la filial de ACS, la rentabilidad por dividendo se situaría entre el 5,7% y 6,7%, una de las más altas de la bolsa española. Por su parte, la retribución de Abengoa Yield ronda el 5%.

Sin embargo, antes siquiera de que se haya estrenado en el parqué, ya hay algunas voces que dudan de la sostenibilidad del dividendo de Saeta. Así lo ven desde Banco Sabadell, ya que tienen dudas "acerca del mantenimiento de esta política de retribución al accionista más allá de 2017, una vez que se incorporen a Saeta la totalidad de los activos del ROFO (otra sociedad con activos renovables), de los que no conocemos el dividendo por acción que podrían pagar". Otra de las nubes que rodean a Saeta Yield es cuál será su precio de salida al mercado (se estrenará el 16 de febrero), ya que dependiendo del mismo será más atractiva o no respecto a sus comparables.

Pase lo que pase con Saeta, una cosa parece clara, las yieldco son una buena elección para aquellos que sólo estén interesados en los dividendos. "Si el inversor busca asegurarse una corriente de dividendos a largo plazo y nada más, puede convenir una yieldco, porque sus activos suelen ser regulados y con una vida útil definida y poco riesgo operativo. En una empresa tradicional, aunque pueda ser igual de interesante por dividendos, en un momento dado, si quiere utilizar la caja para otras cosas, como por ejemplo adquisiciones, puede hacerlo, ya que no hay compromiso escrito o estatutario para dedicarla a dividendo solamente", arguye Víctor Peiró, de BEKA Finance.

Precisamente, ésta es una de las claves de las yieldco, suelen tener un compromiso escrito de que dedicarán buena parte de la caja generada a pagar dividendo. En el caso de Saeta, destinará un 90%, sobre la generación de flujos de efectivo, a retribuir al accionista, según las estimaciones de la compañía. "Las yieldco no tienen riesgo de ejecución de proyectos ni exposición a un repunte del capital circulante, frente a las utilities tradicionales y están enfocadas a proporcionar dividendos (las utilities tradicionales dan altos dividendos cuando los planes de inversiones son reducidos o no ven oportunidades de adquisiciones)", explica Jorge Alonso, analista de Société Générale Corporate and Investment Banking.

Eso sí, a altas rentabilidades, mayores riesgos y Sara Carbonell, de CMC, identifica dos en las yieldco: En primer lugar, "como es algo relativamente nuevo no tenemos un histórico representativo como para valorar qué pasa si el negocio en sí deja de crecer a ese coste de capital tan atractivo como ahora. Por otro lado, que ante el éxito en la demanda (caso de Abengoa en Estados Unidos) se inflen demasiado los precios, con el riesgo de que cuando estemos en entornos de subida de tipos (por ejemplo en EEUU) los capitales salgan de esta inversión y los precios caigan, de forma que el dividendo ya no sea tan rentable".

Además, no hay que olvidar que el tipo de activos que componen una yieldco están muy ligados a la regulación, un punto que juega en su contra, tal y como explica Gonzalo Recarte, de Saxo Bank. "Las yieldco presentan varias ventajas para los inversores entre las que destacan predecir el retorno esperado y el recibir un cash que no pasa por la cuenta de resultados de la empresa, lo que mejora claramente el resultado financiero-fiscal para el inversor. No obstante, la principal pega que vemos a este vehículo es que están muy ligados a sectores extremadamente regulados como son las energías renovables".

Algo más de visibilidad

Otra de las vías para cobrar un dividendo atractivo son las socimis, la adaptación española de los REIT (vehículos de inversiones inmobiliarias) que tienen que destinar obligatoriamente un 80% de su beneficio bruto de explotación al reparto de dividendo. Asimismo, están obligadas a distribuir el cien por cien de las ganancias percibidas por otras socimis en las que participen y el 50% de las plusvalías logradas con la venta de activos. Fuera de la rentabilidad por dividendo que generan, el gran atractivo para constituir una socimi se encuentra en la fiscalidad, ya que los beneficios están libres de tributación y los socios solo rinden cuentas, a modo general, por los dividendos percibidos.

Ahora bien, para Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult, de momento las perspectivas no son tan optimistas y las estimaciones de lo que rendirán sus pagos "se sitúan en un 2% de media, por lo que no compensa cuando hay compañías que te están pagando más de un 4%. Probablemente la retribución de las socimis crecerá más adelante, cuando empiecen a vender los activos que tienen, pero estas estructuras son muy novedosas y todavía no están en ese punto", argumenta. En este sentido, Merlin Properties afirmó que ofrecerá un rendimiento de hasta el 6% a partir de 2016, mientras que Lar España no se han pronunciado al respecto.

Por su parte, Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis, explica que, de momento, uno de los inconvenientes de una socimi reside en que el inversor compra un vehículo menos liquido "porque muchas no tienen activos. Solo cuentan con una ventaja fiscal, pero el riesgo es que todavía no saben que van a tener en cartera". Ana Hernández, responsable en España de CFA, añade que "no tienen liquidez ni la van a tener en mucho tiempo, pero ya cuando el mercado esté maduro dejarán de ser una inversión alternativa para ser pareja a un inversión en renta variable o renta fija".

Cielo despejado

Otra de las opciones para cobrar dividendos interesantes es apostar por una compañía que ofrezca remuneraciones en efectivo sólidas y sostenibles, que en el caso de España podrían ser BME, Mapfre o Enagás, cuyos pagos rentan entre un 5,1% y un 4,8%. "Si un inversor busca un buen dividendo, yo me iría a las compañías tradicionales. Al final vehículos como las yieldco no te van a dar más alegrías que la retribución, no tienen alicientes como el crecimiento por beneficios", indica Alfonso de Gregorio.

De hecho, en el presente trienio (2013-2016) tanto para la gestora como para la aseguradora, se espera un crecimiento de las ganancias superior al 30%. Por su parte, en Enagás los expertos prevén una mejora del 8 por ciento, una cifra más que interesante si se tiene en cuenta que en ejercicios pasados no se esperaba ningún tipo de crecimiento como consecuencia de la regulación energética.

Otro de los puntos a tener en cuenta, según Mutuactivos, es fijarse si una compañía "tiene una elevada generación de caja y está poco endeudada" y, a este respecto, grupos como BME y Técnicas Reunidas pueden presumir de contar con tesorería. Para los expertos la primera de ellas tendrá una caja en 2015 de 300 millones de euros, mientras que para la segunda esperan 700 millones.

¡Cuidado! Se avecina tormenta

Hay otras compañías del mercado español que guardan atractivas rentabilidades por dividendo, pero bajo su paraguas se esconde una pega, ya que estos pagos se hacen a través de scrip dividend. Es decir, el inversor se enfrenta a diluirse si decide cobrar en metálico, ya que no participa de la ampliación de capital que se lleva a cabo para poder retribuir en papelitos.

En este apartado se encuentran firmas como Repsol, Telefónica, Iberdrola, CaixaBank o Banco Santander -ver gráfico-. La entidad que preside Ana Patricia Botín anunció que sólo empleará el scrip en una de sus retribuciones (antes lo hacía en las cuatro que repartía). Eso sí, ha bajado la cuantía de 0,6 a 0,2 euros al año. Asimismo, BBVA y CaixaBank han manifestado su intención de retirarlo progresivamente. Otras como Ferrovial y ACS, además de Iberdrola y Repsol, recompran acciones para amortizarlas y evitar esa dilución del accionista.

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