El estallido de un grave caso de corrupción ha llevado a la dirección de la petrolera estatal brasileña a renunciar a su cargo y los inversores han celebrado esta decisión con compras en el parqué. Eso sí, sus fundamentales empeoran.
Tráfico de influencias, sobornos a lo largo de la última década o corrupción por sobreprecios son algunos de los elementos que están haciendo temblar los cimientos de Petrobras, petrolera de la que el Gobierno brasileño es el máximo accionista. De tal modo, que hoy la presidenta, María de Graças Foster y cinco directivos, han anunciado su renuncia. Una decisión que los inversores comenzaron a celebrar ayer, cuando surgieron los primeros rumores de esta dimisión. Así, las acciones de la compañía se dispararon más de un 15%, mientras que en la jornada de hoy repuntan más de un 1%.
No obstante, el entusiamo del mercado se queda ahí, ya que desde que comenzó el año los fundamentales de Petrobras no han dejado de empeorar. De hecho, ayer JP Morgan rebajó su precio objetivo un 44%, desde los 25 reales, hasta los 14 reales en los que sitúa ahora su valoración.
Es más, el cosenso de mercado que recoge FactSet, ha rebajado su precio objetivo más de un 17% en lo que llevamos de ejercicio, hasta los 10,48 reales. Eso sí, éste no es el único aspecto que sufre el recorte de los expertos, ya que su previsión de beneficio para 2015 ha caído en cerca de 2.000 millones de reales en apenas un mes. Ahora se espera que obtenga 7.680 millones de reales, frente a los 9.600 millones estimados en enero.
Del mismo modo, aunque los analistas siguen aconsejando mantener sus acciones en cartera, la recomendación no deja de empeorar. Para muestra un botón: según el consenso de mercado que recoge Bloomberg, cuenta con el mayor porcentaje de consejos de venta de su historia, un 12,5%.