A pesar de unos tipos de interés récord, algunas firmas pagan hoy mayores intereses, pero su estructura de deuda es más eficiente y están preparadas para hacer adquisiciones
En una Europa con unos tipos de interés históricamente bajos, en el 0,05 por ciento, con la prima de riesgo española en la cota de los 112 puntos y con los numerosos récord de financiación que han conseguido las empresas españolas a la hora de buscar financiación, parece lógico pensar que el coste de muchas empresas ha bajado notablemente. Principalmente teniendo en cuenta que este contexto más favorable para buscar financiación les está facilitando disminuir la dependencia del crédito bancario. Pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que las empresas del Ibex 35 con un mayor nivel de deuda no han conseguido rebajar estos costes e incluso, en algunos casos, han aumentado, pero ¿cuál es la lógica para pagar mayores intereses?
La diversificación geográfica despeja muchas dudas al respecto. Algunas de estas empresas deciden emitir en mercados donde el interés exigido es mayor y lo hacen en divisa local, como ocurre en Latinoamérica. Una fórmula que les permite, además de financiar los proyectos en esos países, protegerse contra el riesgo de la divisa. Y ésta es precisamente la clave, ya que las compañías españolas comienzan a sentirse cómodas con estos niveles de los costes de financiación porque les compensa emitir bonos en países como Brasil, Chile o Perú, a pesar de que los intereses sean más elevados, y continuar creciendo en esas regiones. En este sentido, la deuda neta más elevada de los componentes del Ibex 35 recae sobre Telefónica, para la que se espera este año un pasivo superior a los 44.000 millones de euros (sin cerrar la venta de O2). En su caso, el interés medio pagado en 2012 (cuando el rendimiento del bono español a 10 años superó el 7 por ciento y la prima marcó su máximo histórico en los 638 puntos), fue del 5,37 por ciento, mientras que hasta septiembre de 2014 era del 5,73 por ciento (en esta partida se contabiliza tanto la deuda bancaria como la de mercado).
Desde la compañía señalan que "el coste efectivo de la deuda de los últimos doce meses se sitúa en el 5,73 por ciento debido a la reducción de deuda media principalmente en euros y coronas checas, y al incremento de la posición de liquidez (caja) en el euro para el pago de adquisiciones, incrementándose así el peso de la deuda latinoamericana, con costes superiores al promedio".
En cuanto a la financiación de su actividad en Latinoamérica, "Telefónica trata de hacer emisiones en divisa local. De hecho, cuenta con emisiones denominadas en pesos chilenos, pesos mexicanos, soles peruanos?; (en reales brasileños no). Esto indudablemente obliga a elevar las rentabilidades ofrecidas debido al riesgo divisa que conlleva para los inversores. Asimismo, denominando las emisiones a la divisa local de países en los que tienen negocios, las compañías reducen los riesgos", indica Victoria Torre, de Self Bank.
Precisamente, uno de los problemas que tiene la teleco española es su nivel de endeudamiento, estimado para 2015, en 2,5 veces. No obstante, Telefónica ha alcanzado un acuerdo con el grupo hongkonés Hutchison Whampoa para la venta de O2, su filial británica de móviles. Una operación valorada inicialmente en más de 13.000 millones de euros. Esta desinversión disminuiría la presión sobre el ratio de apalancamiento (que podría bajar a 2,2 veces, en línea con el sector europeo) y que impulsaría el logro de sus objetivos de deuda (para 2014 marcaron un nivel máximo de 43.000 millones de euros).
Otra de las compañías que ha incrementado su coste medio de financiación es Abertis, que ha pasado de un 4,72 por ciento en 2012 a un 5,2 por ciento en la actualidad. Una cifra que contrasta con los precios conseguidos en sus últimas emisiones, ya que colocó 350 millones de bonos a 10 y 12 años a un 3,125 por ciento, 700 millones, que vencen en febrero de 2025, a un 2,5 por ciento, o 450 millones a 10 años con un interés del 2,25 por ciento. De hecho, en España su coste de financiación ha bajado del 3,98 por ciento en 2012, al 2,71 por ciento en el último trimestre del año pasado.
No obstante, el grupo atribuye esa subida en su coste medio global a las emisiones realizadas en otros mercados donde la financiación es más cara, como por ejemplo Brasil y Chile. Para muestra un botón, a cierre de octubre de 2014 el interés medio pagado por la deuda en Brasil era del 10,3 por ciento (cuenta en el país con unas nueve concesiones, que hacen un total de 3.200 kilómetros de autopistas). Además, también hay que tener en cuenta que, en la subida de su coste medio, también ha influido la incorporación de la deuda de la puertorriqueña Metropistas (más de 500 millones) de la que adquirió un 6 por ciento adicional en febrero del año pasado convirtiéndose en el socio mayoritario.
Gas Natural es otro de los grupos que ha engordado el interés medio desembolsado. Si hace poco más de dos años su coste era del 3,85 por ciento, a cierre de 2013 se situó en el 4,01 por ciento (sólo publican datos anuales y el del pasado ejercicio aún no se conoce). Habrá que ver cómo evoluciona esta cifra teniendo en cuenta que el grupo sigue invirtiendo. Por ejemplo, en enero anunció la compra de Compañía General de Electricidad en Chile por 2.600 millones. "Diversificar y, especialmente en países de fuerte crecimiento a medio plazo, parece una estrategia acertada. Pese a que pueden tener periodos a corto plazo de menor crecimiento que se verán más que compensados en el futuro", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Sin grandes cambios
Por otro lado, Iberdrola ha evitado en su caso incrementar el interés medio exigido por su pasivo, aunque no ha experimentado sustanciales cambios. Ahora, paga de media un 4,48 por ciento, frente al 4,56 por ciento de hace algo más de dos años (el grupo ya está preparado para hacer adquisiciones). "Esta cifra no varía mucho de un periodo a otro porque hay que tener en cuenta que lo que ha mejorado notablemente son las condiciones de rentabilidad de las emisiones de deuda. Estas emisiones representan solo un porcentaje de la deuda total de la empresa que, en las compañías eléctricas, tiene un gran volumen dado que se trata de un sector muy intensivo en capital", explican fuentes del grupo.
Asimismo, recalcan que "Iberdrola presenta una fuerte posición de liquidez a cierre de los nueve meses del 2014, ligeramente inferior a los 10.000 millones de euros, lo que equivale a más de 32 meses de las necesidades de financiación de la compañía". En este sentido, Victor Peiró, de BEKA Finance, destaca que "está aprovechando las excepcionales condiciones del mercado financiero para reducir el coste de la deuda, lo que junto con la reducción del saldo de la misma supone un empuje para el beneficio neto".
Eso sí, tambien hay que tener en cuenta que compañías como Telefónica e Iberdrola están apostando por la emisión de deuda híbrida que, tal y como explica Victoria Torre, "tiene características especiales, como su perpetuidad y derecho del emisor a amortizarla en determinadas fechas. A cambio de estas ventajas, el emisor se ve obligado a compensar a los inversores en este tipo de bonos aumentando su rentabilidad. Por lo tanto, se elevan los costes financieros, pero a cambio los emisores se guardan el derecho de amortizarlos según su conveniencia".
Hay quien lo consigue
En este contexto, no todas las compañías viven una situación similar, ya que hay quién sí ha logrado bajar sus costes de financiación. Es el caso de Endesa, o Repsol (ver gráfico). Para la segunda de ellas el panorama podría cambiar tras la adquisición de la canadiense Talisman Energy por 8.300 millones de dólares (6.670 millones de euros), más la asunción de una deuda de 4.700 millones de dólares (3.776 millones de euros).