
Tan solo diez días después de que Fidelity anunciara la marcha de su gestor estrella de bolsa española, el portugués Firmino Morgado, Morningstar ha hecho públicas las cifras de reembolso. Desde el día 3 de octubre, el Fidelity Iberia ha sufrido salidas de dinero netas por valor de 176 millones de euros, lo que supone un 12% del patrimonio del fondo en esa fecha, según Morningstar.
Desglosado, la gran parte de peticiones de reembolso han venido por parte de inversores españoles, que según los cálculos de la propia gestora supondrían unos 130 millones de euros del total, mientras que los 46 millones de euros restantes se deberían a salidas de dinero de inversores extranjeros.
Claro que entre un 70% y un 75% del volumen de activos bajo gestión del Fidelity Iberia, que se cifra en torno a los 1.200 millones de euros, se deben al ahorrador español. Dejando alrededor del 25-30% restante en manos foráneas.
No en vano, se trata de una cifra nada desdeñable. Ya que supera a los 124 millones de euros que el fondo vio salir en todo el mes de septiembre, convirtiéndole en el producto de bolsa española que más reembolsos sufrió ese mes. Y de los 84 millones que perdió en agosto.
Se comporta peor que el Ibex
La marcha de Firmino Morgado y su sustitución por Fabio Riccelli, tanto en el Fidelity Iberia como en el Fidelity European Aggressive, no solo se ha visto reflejada en las salidas de dinero, sino también en la rentabilidad del producto.
Casualidad o no, lo cierto es que desde que el fondo está bajo la batuta de Ricceli, se comporta peor que el mercado: acumula un retroceso del 3,37%, que aunque se enmarca dentro de un contexto generalizado de caídas en la renta variable, supera la caída del 2,2% del Ibex 35 en el mismo periodo.
Y también a la de sus comparables por patrimonio: los que más cerca están son el Santander Small Caps España, que cae un 2,87% desde entonces; el Santander Índice España, que baja un 2,56%; y el EDM-Inversión, al caer un 2,27% en el mismo periodo -ver gráfico-.
Desde la gestora intentan calmar al mercado. Y afirman que hay un equipo encargado de realizar reuniones diarias para monitorizar la liquidez del fondo, que aseguran sigue cerrado a nuevos inversores y que no parece que vaya a cambiar, al menos, en el corto plazo.
"Es un tema dinámico, no nos lo planteamos hoy pero igual dentro de cinco semanas sí", explican fuentes de Fidelity. Del mismo modo, señalan que, antes de hacerlo, hay una serie de pasos que tienen que dar, como la propia incorporación de Riccelli al equipo y la posibilidad de que éste efectúe los cambios que requiera oportuno en cartera. "No es una decisión inamovible", recalcan.
A este respecto, según los últimos datos disponibles en Morningstar, el Fidelity Iberia tendría un 4,53% de su cartera en liquidez -por encima del 0,29% que el producto tenía a finales de julio-. Una cifra que, sin embargo, ya se habría ido incrementando durante el mes de septiembre, "en previsión de posibles salidas".
Llegados a este punto, si la gestora no pudiera hacer frente a más peticiones de reembolso por parte de los partícipes, tendría que verse obligada posiblemente a desinvertir algunas posiciones. Pues bien, según los últimos datos disponibles en Morningstar, la compañía de la que más le costaría deshacerse es Endesa (que paga un suculento dividendo extraordinario el día 29).
Capitaliza unos 31.392 millones de euros, por lo que teniendo en cuenta su negociación media diaria durante los últimos seis meses -unos 15 millones de euros por sesión- si un accionista controlase todo el capital de la compañía tardaría en venderla algo más de 2.000 jornadas. Endesa es la mayor posición del Fidelity Iberia, ya que supone un 5,60% de su porfolio.
Sin embargo, también tiene un buen pellizco de su cartera invertido en otras compañías más líquidas. Como es el caso de OHL o Amadeus, donde tiene algo más del 3% de su cartera; o Popular, que pesa un 2,94%.
Primeros cambios
Uno de los problemas de los fondos denominados de autor, como el Fidelity Iberia, es precisamente eso, que quienes lo compran son fieles a quien lo gestiona más que al propio producto. Lo que implica un riesgo de fuga bastante alto. Posiblemente en base a ello, Riccelli ha invertido unos días en reunirse con sus inversores, algo que ya ha dejado las primeras conclusiones sobre el futuro del fondo.
Desde Inversis, creen que Riccelli podría hacer algunos cambios en la composición de la cartera con la idea de dejarla en unos 50-70 valores (tenía 84 el 1 de septiembre). "Nos confirmó su intención de eliminar algunas apuestas de convicción de Firmino y que él no conoce en exceso, sobre todo, en los valores con menor posición en el fondo (mantenía posiciones en Imperial Tobacco, la antigua Altadis -tabacalera-). También que seguirá manteniendo algún valor no español o portugués con vinculación a España", explican desde Inversis.
Por ahora, y como ocurre en estos casos, Morningstar mantiene la recomendación fundamental del producto bajo revisión, a la espera de lo que haga Riccelli. "Revisaremos el fondo y evaluaremos el impacto del cambio", apostillan desde la firma.