Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo afecta al dividendo en acciones quitar la exención

La reforma fiscal ha golpeado a una de las fortalezas de la bolsa española: los dividendos. El Gobierno decidió eliminar la exención que hasta ahora se realizaba para los primeros 1.500 euros cobrados como retribución por el accionista. Una medida que ahora ensalza la ventaja fiscal que tiene recibir el pago en acciones, ya que en ese caso se difiere la tributación al momento en el que se venden los títulos y, por tanto, se transforman en ganancias fiscalmente.

Precisamente muchas empresas españolas venden al mercado que la entrega de acciones es positiva por el tema fiscal. Por tanto, ¿será este un motivo que empleen las compañías para prorrogar esta fórmula a la que han recurrido para evitar salidas de caja?

Algunos expertos consideran que sí actuará como excusa para mantener el scrip dividend. "La eliminación de la exención hace que sea una política de reparto más atractiva, por lo que se intensificará esta práctica", opinan en Gestifonsa. "Esta reforma fiscal ayudará a prolongar el scrip dividend, ya que con él, las empresas salen ganando al conseguir que la retribución que dan a los accionistas siga en los libros de las compañías", indica Joaquín Robles, analista de XTB.

Otros muchos expertos consideran que esta nueva medida no afectará a la hora de retirar el pago en acciones, sino que esta política continuará por el simple hecho de que en el contexto actual es positiva para las compañías. "Desde el punto de vista de las empresas, creo que su objetivo no es optimizar la fiscalidad de los inversores, si no preservar balance sin desembolsar caja por dividendos pero, a la vez, manteniendo un dividendo ficticio (scrip)", señala Jaime Sémelas, analista jefe de Capital at Work. "El scrip seguirá, pero no creo que esta norma sea el revulsivo para incrementarlo", añade el experto.

"Las compañías la emplearán mientras la gente siga aceptando cobrar en acciones", opina Ignacio Cantos, socio director de Atl Capital, que califica al scrip como un "timo", ya que al accionista se le paga con su propio dinero.

Algunas empresas como BBVA ya ha anunciado su propósito de retirar el scrip progresivamente. Y es que las ampliaciones de capital con las que remuneran son cada vez más significativas. "Aquí hay que tener en cuenta que, desde un punto de vista de imagen para la compañía, sería más positivo un cambio gradual hacia el pago en efectivo (hablando principalmente de los bancos, que son los que no realizan posteriormente ninguna operación para eliminar el efecto dilutivo del scrip)", opina Nuria Álvarez, analista de Renta 4.

El Gobierno decidió eliminar la exención porque no existe una justificación para mantenerla, pero José Luis García, analista de Dif Broker, explica que "tener que tributar los dividendos desde el primer céntimo lo que ocasiona es una doble tributación sobre los beneficios de las compañías". "Esto penalizará a carteras de gestión que podían ser más a largo plazo como es la estrategia de rentabilidad por dividendos", considera el experto.

La nueva tributación

Todos y cada uno de los dividendos recibidos por los accionistas tributarán como rentas del ahorro. Es decir, a la nueva escala que también se ha modificado con la reforma fiscal. En esta ocasión, el Gobierno arreglará la penalización que impuso al ahorro en 2012, cuando elevó la escala al 21-25-27%. Las rentas del ahorro (donde se incluyen los dividendos) tributarán al 20-22-24% en 2015 en función de si la cifra es inferior a 6.000 euros, si está entre esa cantidad y 50.000 euros, o si es superior a esa cifra. En 2016, la nueva escala será del 19-21-23%, por lo que solo se pagará más de un 21% en el caso de ingresar más de 50.000 euros.

A partir de ahora muchos accionistas se cuestionarán qué opción es la más apropiada para cobrar el scrip dividend. Dependerá de cada contribuyente, pero lo que debe saber es que los dividendos cobrados en efectivo tributarán a esa escala desde el primer céntimo, mientras que si se aceptan acciones se difiere el tema fiscal hasta el momento en el que se genere una plusvalía, es decir, que se vendan los títulos con ganancias. Jesús De Blas, analista de Crédit Agricole Mercagentes, apunta a que realmente lo más atractivo ahora será la otra opción que tiene el accionista, la de vender los derechos que le corresponden en mercado. "Lo que va a tener ventaja es vender los derechos en mercado en vez de a la compañía. En ese caso es íntegramente plusvalía y se puede compensar con minusvalías. Hasta ahora los inversores apuraban el límite de 1.500 euros, ahora ya da igual", explica.

Lo que también deben tener presente los inversores es que las plusvalías dejarán también de estar penalizadas a corto plazo. Si quieren vender los títulos en menos de un año y apuntarse ganancias, esta dejarán de tributar al marginal del IRPF y volverán a los tipos de las rentas del ahorro.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky