
La bolsa de Nueva York ha cerrado con pérdidas y el Dow Jones ha retrocedido un 0,13% en una jornada en la que los inversores han optado por recoger beneficios después de los últimos máximos históricos. Así, el el principal índice de EEUU cedió 21,29 puntos hasta situarse en los 16.722,34 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 bajó el 0,04% y el tecnológico Nasdaq retrocedió el 0,07%.
Desde los primeros compases de la jornada los operadores se decantaron por las ventas después de los últimos récords históricos del Dow Jones y el S&P 500, y pese a conocerse hoy un dato mejor de lo esperado sobre los pedidos a las fábricas en abril.
El Departamento de Comercio publicó que los pedidos a las fábricas aumentaron un 0,7% en abril después de un incremento del 1,5% en marzo, y una décima más que lo calculado por la mayoría de analistas, que esperaban un aumento del 0,6%.
Los operadores en Wall Street se sumaron así al pesimismo de sus colegas al otro lado del Atlántico, donde las principales plazas financieras del Viejo Continente cerraron en rojo: Madrid bajó el 0,46%, Londrés el 0,41%, Fráncfort el 0,31% y París el 0,27%.
Casi dos tercios de los treinta componentes del Dow Jones de Industriales cerraron con pérdidas, encabezados por el fabricante de calzado deportivo Nike (-1,53%), la operadora Verizon (-1,5 %), el gigante Microsoft (-1,23%) o la financiera Visa (-1,03%).
Al otro lado de la tabla lideró los ascensos la tecnológica Intel (1,47%), por delante del banco Goldman Sachs (1,11%), el fabricante de maquinaria pesada Caterpillar (0,7%), el grupo sanitario UnitedHealth (0,52%) o el banco JPMorgan (0,45%).
Fuera de ese índice, las automovilísticas General Motors y Ford continuaban con ganancias del 1,15% % y del 0,67% respectivamente, después de anunciar las ventas de mayo, que quedaron por encima de los pronósticos de los expertos.
En otros mercados, el petróleo de Texas subió a 102,66 dólares el barril, el oro subía a 1.245,5 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública a diez años subía al 2,59% y el dólar perdía terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,3629 dólares.