El Ibex lo ha vuelto a hacer: este martes marcó un nuevo máximo anual en los 10.714,20 puntos gracias a una leve subida del 0,25%, un nivel que no veía desde principios de mayo de 2011. Ahora el índice se encamina con paso firme hacia su próxima barrera, los 11.000 puntos, un objetivo del que solo le separa un 2,6%.
Pero si hubo un principal impulsor de este nuevo récord en la jornada del martes, ésa fue la banca mediana. Así, Popular y Bankinter fueron los dos valores que más subieron, al anotarse un 2% en cada caso. Les siguieron IAG, Sacyr y Sabadell con alzas entre el 1 y el 1,65%.
Precisamente fue el sector bancario uno de los que más subió en el Viejo Continente. ¿El motivo? Los rumores de que para su ampliación de capital, Banco Espirito Santo habría recibido una demanda entre 2 y 2,5 veces superior a las acciones que pondrá en circulación.
Esta confianza de los inversores hizo rebotar a la entidad lusa un 7,4% y provocó un efecto contagio en la banca periférica. En especial, en aquellas en las que el mercado descuenta la posibilidad de que lleguen a realizar una ampliación de capital.
De hecho, la mitad del sector bancario europeo cotiza por debajo de su valor en libros, es decir, que los inversores no reconocen en bolsa el valor de sus activos. Así, tras Espirito Santo, las mayores subidas vinieron de la mano del Banco Comercial Português -repuntó un 3,8%- y del Banco Popolare di Milano. Precisamente éste último, que subió un 2,5%, junto a otros como Royal Bank of Scotland o Commerzbank que cotizan aún muy por debajo de su valor en libros (ver gráfico).
El euro pierde fuerza
Pero no solo en renta variable se lograron nuevos récords -el Dax alemán, el EuroStoxx 50 y el Cac francés puntos también coronaron nuevos máximos anuales en los 9.940,82, 3.244,28 y 4.529,75 puntos, respectivamente-, sino también el euro en su cruce contra el dólar marcó mínimos de febrero. En este sentido, en su cruce contra el billete verde, la moneda común perdió fuerza y retrocedió hasta los 1,3616 dólares.
