
Los inversores no están prestando dinero gratis a largo plazo a ningún Estado europeo. Sí llegaron a pagar incluso por deuda alemana y francesa en plazos hasta 12 meses en el peor momento de la crisis periférica, pero ahora los bonos a una década se compran por más del 1% en Europa -solo Suiza desembolsó menos en su última subasta-.
Y en el caso de España, aunque el mercado no había reclamado una rentabilidad tan baja como la actual, es posible que estemos ante los menores intereses posibles. Según una encuesta realizada por elEconomista a una docena de expertos, no queda mucho margen para que los bonos a 10 años sigan a la baja después de caer del 3 por ciento el pasado 2 de mayo, por lo que los mínimos de financiación para el Estado se mantendrían en el entorno de los niveles actuales.
"Gran parte de las expectativas de recuperación de nuestro país están ya descontadas en el mercado, por lo que el terreno a recorrer a partir de ahora se reduce bastante", considera Javier Urones, analista de XTB.
Los expertos supeditan más descensos en la rentabilidad de la deuda a varios factores, principalmente a una medida extraordinaria por parte del Banco Central Europeo (BCE), como la compra de bonos -aún no se sabe de qué tipo- al estilo QE de la Reserva Federal estadounidense, con el que se crea más dinero en la economía.
"Pienso que no queda mucho más recorrido a la baja. Creo que el nivel más bajo va a ser un 2,8-2,9 por ciento en el bono a 10 años", señala Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG. "Solo si la inflación continúa bajando y el BCE emprende un QE podríamos ver niveles inferiores a ese rango, pero no lo veo probable", indica el experto.
Victoria Torre, responsable de análisis de Self Bank, comparte esta idea. "No veríamos justificada una mayor caída. Una subida del rating de España podría justificar recortes en los costes o la puesta en marcha del plan del QE que comentó el presidente del BCE, Mario Draghi", algo que la experta considera difícil.
Y es que un programa de estímulos como el que supone la compra de deuda al estilo de la Fed sería prácticamente el último recurso del mandatario italiano, teniendo en cuenta la trayectoria y las armas que ha empleado la institución europea para perseguir sus objetivos. Eso sí, es una opción que está sobre la mesa en la próxima reunión de junio puesto que fue el propio BCE quien abrió esa puerta. Dependerá en gran medida de los datos de inflación que anuncie el banco central ese mismo día.
Más factores
No todo recae sobre Draghi. El escenario actual en el que el inversor dispone de pocos activos con alta rentabilidad puede contribuir a que se mantenga la presión a la baja en la deuda española. "Al menos a muy corto plazo, la tendencia seguirá bajando los tipos de interés. Es una cuestión de presión de dinero a nivel doméstico e internacional que encuentra pocas alternativas", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Aunque no hay que perder de vista un hecho: es la primera vez en cuatro años que el bono español cotiza a menos de 30 puntos básicos del bono estadounidense y del británico. Es decir, que los inversores ahora exigen a España un interés similar al de estos países.
Es cierto que el treasury de EEUU sigue bajo el efecto QE3 de la Fed, pero al final es uno de los factores determinantes para que la financiación española continúe abaratándose.
¿O acaso es posible que España acuda al mercado en mejores condiciones? Ocurrió puntualmente en 2010, pero también durante varios años antes del estallido de la crisis en los que el rendimiento del bono español llegó a ser inferior en 139 puntos al estadounidense. Pero, entonces, ¿seguirá habiendo una demanda tan alta en bonos españoles? "No creo que bajemos más del 2,6-2,7% en España. Pensemos que EEUU se financia ahora a 10 años por encima de ese 2,6 por ciento", opina Carlos Labrador, gestor de Dif Broker.
Hay expertos más optimistas que confían en que el interés del bono a 10 años retroceda hasta el 2,5%. Nicolás López, analista de MG Valores, considera que podría llegar a ese nivel "antes de fin de año". "La clave está en la evolución de la inflación en la eurozona. Mientras se mantenga en los niveles actuales es difícil que la rentabilidad del bund repunte y entonces veríamos al español en el 2,5 por ciento". En cambio, "si empezara a subir hacia el 1 por ciento o más, es posible que el bund se acerque al 2 por ciento y el español se mantenga en torno al 3 por ciento", considera. Ahora la brecha entre Alemania y España ronda los 147 puntos.
De la misma manera, para Ignacio Cantos, de atl Capital, "el mínimo sería en torno al 2,5 por ciento". Eso sí, para esta mejora cree imprescindible, como muchos otros expertos, que el BCE "abra la mano a un cierto QE". ¿Y por qué no un nivel más bajo? Es lo que estiman desde la EAFI Getino Finanzas, en la que señalan que "en los próximos meses se podría ver la rentabilidad en torno al 2 por ciento", en este "mercado de tipos con rendimientos cada vez menores".
¿Cuándo llegarán las subidas?
El mercado se ha acomodado a un universo de tipos casi nulos... que no durará eternamente. Pese a que la Fed no prevé elevar los tipos hasta 2015 y que en Europa habrá que esperar mucho más, Pablo González, consejero delegado de Ábaco Capital, prevé que "el 10 años empezará a subir a finales de 2014 o principios de 2015".
Como comenta Nuria Álvarez, de Renta 4, no deberían esperarse "grandes variaciones en los próximos meses" que devolviesen al bono al 4-5%. Lo que sí hay son previsiones de cierto camino al alza.
Para Félix González, socio director de Capitalia Familiar, "en 6-12 meses vista deberíamos ver al 10 años español moverse en el rango comprendido entre el 2,9 y el 3,5%". Es la misma horquilla manejada en Diverinvest. "La reducción de spreads ha llegado a niveles pre crisis. No vemos más recorrido a la baja y sí al alza", indica Miguel Casas, responsable de activos financieros de la firma.