Indonesia ha tenido un excelente final de 2013 y comienzo de 2014, superando incluso al índice MSCI Indonesia, con el 20 por ciento de revalorización en el primer trimestre del año. El motivo de este despegue es la sustancial mejora que ha experimentado su balanza por cuenta corriente gracias a la depreciación de su divisa -un 20 por ciento en los últimos 12 meses-, lo cual le ha permitido aumentar sus exportaciones, lo que ha provocado una entrada masiva de dinero por parte de los inversores internacionales.
Se trata de una situación que tiene visos de poder continuar si se confirma la mejoría económica del mundo desarrollado, aunque hará falta un catalizador que anime a los inversores a volver, masivamente, a los mercados emergentes en general.
Esta situación se vería reforzada además si gana las próximas elecciones presidenciales, que se celebrarán a principios del verano, el candidato pro-mercado que acaba de ganar las parlamentarias a primeros de abril. Se trata de Jokowi, del Partido Democrático Indonesio. En tal caso, si así sucede, se espera que cumpla con lo que ha prometido hasta ahora y acometa las importantes reformas que necesita el país, sobre todo en temas como las grandes infraestructuras de que adolece Indonesia, lo que eliminaría la incertidumbre y por extensión animaría aún más a los mercados.
Precisamente, el mayor riesgo que vemos es que no se acometan dichas reformas con la intensidad necesaria: el país necesita grandes infraestructuras, su nivel de inflación y tipos de interés son estructuralmente altos, el déficit por cuenta corriente, a pesar de haber mejorado, sigue siendo alto. Y todos estos problemas fundamentales no se van a solucionar de la noche a la mañana por el resultado de unas elecciones o las promesas hechas por el candidato ganador. Además, el mercado está descontando que ganará Jokowi, lo cual podría provocar una revalorización excesiva. De hecho, la bolsa indonesia ya no está barata. Su PER -el número de veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción- se sitúa en el entorno de 15 veces, es decir, está más cara que incluso otros mercados emergentes. Nos encontramos, por tanto, en una situación del tipo compra con las expectativas, vende con los hechos.
Con el panorama así, cobra más importancia que nunca que se realice una adecuada selección de valores basada en sus fundamentales tanto para los inversores que se fijen en Indonesia como para el resto que invierta en los mercados emergentes en estos momentos. Lo mismo pasa si subimos de nivel: no todos los sectores son iguales y ya no vale seleccionar el índice y esperar: los índices tienen muchas empresas y sectores que no lo hacen bien, si se es capaz de eliminarlos el resultado podrá ser muy positivo.