Hace un cuarto de siglo (y un día) que Repsol debutó en bolsa. Se estrenó el 11 de mayo de 1989, en una OPV (operación pública de venta) que fue la primera del proceso de privatización de la antigua empresa pública. En aquel momento fue Óscar Fanjul, entonces presidente de la compañía, quien dio el pistoletazo de salida a la cotización de los títulos de Grupo Repsol. Hoy será Antonio Brufau, el actual presidente de la petrolera, quien toque -simbólicamente- la campana de la Bolsa de Madrid.
La compañía celebra este aniversario justo después de tocar máximos anuales: sus títulos cerraron la sesión del pasado viernes en los 19,885 euros. Ello supone que, desde que inició su andadura en el parqué español hace un cuarto de siglo, sus acciones se revalorizan cerca de un 370%.
Buenas recomendaciones
Durante un tercio de su vida bursátil, de Repsol ha colgado un cartel de compra. Desde diciembre del 93, mes en que el consenso de analistas recogido por FactSet comenzó a emitir recomendaciones sobre el valor, el 36% de los consejos emitidos han sido de adquisición y sólo un 15% de venta. Actualmente, los expertos aconsejan mantener el valor en cartera, aunque la recomendación ha experimentado un ligero deterioro a raíz de la expropiación de YPF.
La adquisición de YPF, por dos billones de pesetas, en 1998, fue la mayor compra realizada por un grupo español hasta entonces y permitió a Repsol convertirse en una verdadera compañía de exploración de crudo.
Según las previsiones recogidas por FactSet, Repsol obtendrá un beneficio neto de 1.925 millones este año, cifra que multiplica por 10 la de 2013 debido a las provisiones que tuvo que realizar a raíz de la expropiación de YPF. Sus acciones cotizan con un PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) de 14 veces.