Bolsa, mercados y cotizaciones

Ucrania habla de la Tercera Guerra Mundial y las bolsas apenas tiemblan

Foto: Archivo.

Continúa creciendo la tensión por el conflicto entre Ucrania y Rusia después de que el viernes el primer ministro ucraniano, Arseni Yarseniuk, denunciara que Rusia quiere comenzar una nueva guerra mundial ocupando el país "militar y políticamente" y, por ende, extendiendo el enfrentamiento al resto de Europa. Una situación que si bien animó a los bajistas en la última sesión de la semana (sólo ha habido cuatro, ya que el lunes los mercados europeos permanecieron cerrados), no ha conseguido hundir el balance semanal de los principales selectivos.

"En ausencia de una solución efectiva a corto plazo, el espacio para caídas adicionales es bastante amplio. Al igual que ocurrió a mediados de marzo, no es previsible que desemboquemos en un movimiento lateral de consolidación, siendo lo más probable que un fuerte impulso alcista o bajista aguarde la próxima semana", explica Daniel Pingarrón, de IG.

En este sentido, el Ibex 35 se ha ido de fin de semana en los 10.306,2 puntos, tras avanzar un 0,13% en las últimas cuatro sesiones. Una semana en la que las compañías españolas ya han comenzado a rendir cuentas ante el mercado con las presentaciones de los resultados del primer trimestre y casi ha habido pleno: tres publicaciones y dos decepciones.

De este modo, Bankinter, Sabadell y CaixaBank fueron los encargados de dar el pistoletazo de salida. Mientras que el beneficio del banco presidido por Pedro Guerrero se quedó a un 34% de lo estimado por los expertos (a pesar de ser un 19% superior a lo obtenido en el primer trimestre de 2013), las ganancias de CaixaBank cayeron un 55% respecto a los tres primeros meses del año pasado. Sabadell fue el único que sacó pecho al aumentar su beneficio trimestral cerca de un 60%.

Precisamente ha sido el sector bancario el más penalizado esta semana al caer de media cerca de un 2% (sin incluir a Sabadell que ha subido un 6%). Liderando los retrocesos, CaixaBank y Bankinter, que han caído un 3,9 y 2,8%, respectivamente, seguidos de Bankia, que se ha dejado un 2,3%.

Un poco de todo en Europa

La misma tendencia se ha respirado en Europa, donde los principales índices han sufrido entre el 0,2 y el 1,8% en la sesión del viernes. "Se mantiene el intenso debate que protagonizan alcistas y bajistas estos últimos tiempos y cuando parecía que los primeros querían tomar el control, los segundos han vuelto a dar un golpe sobre la mesa", señala Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros.

Pero en el balance de la semana, la tendencia ha sido mixta y algunos de los principales índices han logrado salvar las cifras negativas. Es el caso del británico Ftse 100, que ha repuntado un 0,9% o del francés Cac 40, que ha subido un 0,3%. Al otro lado de la balanza se situaron el EuroStoxx 50 y el italiano Ftse Mib -este último fue el más damnificado- que han cedido un 0,3 y un 0,8%, respectivamente.

Al otro lado del Atlántico, al cierre del mercado europeo, los principales índices estadounidenses seguían la estela del Viejo Continente. Y en el balance de las últimas cuatro sesiones el Dow Jones cedía un 0,3%, mientras que el S&P 500 cotizaba prácticamente plano. Esto, en una semana en la que han tenido lugar numerosas citas importantes en Wall Street y es que ya han presentado resultados casi la mitad del índice S&P 500. Por el momento, el balance es bueno, ya que un 75% de las compañías que han rendido cuentas al mercado han sorprendido positivamente. Por el momento, el sector que registra un mejor comportamiento es el de servicios públicos.

La deuda española sigue gustando

El que sí ha vivido una gran semana ha sido el mercado de deuda. Por un lado, el Tesoro Público español colocó títulos a una década con una rentabilidad media del 3,059%, mínimo histórico. De hecho, en el mercado secundario, donde cotiza el papel una vez que ha sido emitido, el rendimiento del 10 años acabó el viernes en el 3,064%, desde el 3,085 % con que comenzó la semana. Así, apenas se queda a 0,06 puntos porcentuales de marcar un nuevo suelo, situado en el 3,005%.

Además de lograr un nuevo récord de financiación, la deuda española fue premiada el viernes por la agencia de calificación crediticia Fitch, que elevó en un escalón el rating de España, desde BBB a BBB+ con perspectiva "estable". Un salto que responde a la mejora de las condiciones financieras, a una perspectiva económica más positiva y a la evolución de las cuentas públicas.

Por otro lado, Portugal volvió el miércoles al mercado con una emisión de bonos a 10 años, la primera subasta de deuda soberana a largo plazo desde su rescate en abril de 2011 y fue todo un éxito. Una colocación en la que el organismo luso captó 750 millones de euros a un interés del 3,575% y en la que la demanda superó en 3,5 veces la oferta. En este contexto, la prima de riesgo portuguesa volvió a marcar un nuevo mínimo desde 2010 al situarse en la cota en los 213 puntos.

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