Ni en los mejores sueños de los líderes griegos de 2012 se encontraba volver al mercado en menos de dos años y con unos tipos de interés inferiores a los de la crisis. Pero hay ocasiones en las que la realidad supera a la ficción, y la capacidad de olvido de los mercados es una de las verdades que más impresionan. Una amnesia que ha permitido a Grecia volver a los mercados con una emisión de deuda a largo plazo con una demanda que superó por ocho la oferta inicial y con un tipo de interés inferior al de la última vez que acudió al mercado, en 2008.
Han sido seis años fuera del mercado en los que el país ha pasado por un doble rescate y una quita de deuda para volver por la puerta grande con una emisión de bonos a 5 años. Ante la avalancha de demanda recibida, de 20.000 millones de euros, Atenas decidió aumentar la cantidad colocada hasta los 3.000 millones -la intención inicial era emitir en torno a 2.500 millones-. El elevado apetito internacional, que supuso el 90% de las peticiones totales, permitió rebajar el tipo de interés medio pagado en niveles inesperados. Las estimaciones del Ejecutivo pasaban por situar la rentabilidad entre el 5 y el 5,5%, pero la subasta se saldó finalmente con un 4,75%, según informó el Ministerio de Finanzas en un comunicado. Para celebrar el acontecimiento a nivel nacional, el primer ministro, Andonis Samarás, dio un discurso televisado en el que afirmó que "Grecia ha dado un paso decisivo más para la salida de la crisis". Además celebró el apetito de los inversores internacionales, que fueron el 90% de los demandantes como "una expresión indudable de su confianza en la economía griega".
La última emisión de bonos a 5 años del país, realizada en 2008, se saldó con un tipo de interés medio del 4,8%, 5 puntos básicos por encima de la emisión actual. Esta subasta vuelve a reflejar que la demanda de papel europeo en el mercado llega a superar a la oferta.
De hecho, Grecia ha tenido que pagar tan solo el doble de lo que paga el Tesoro español por acudir a los mercados -la última emisión se saldó con un tipo de interés medio del 1,869%-. Un éxito notable si se tiene en cuenta que se trata de un bono basura que tiene una calificación de Caa3 para Moody's y B- para S&P y Fitch: nueve y seis escalones por debajo del grado de inversión, respectivamente.
