
En el Olimpo de Berkshire Hathaway, su idolatrado oráculo, Buffett, volvió a agraciar a sus fieles inversores con jugosos beneficios en el variopinto espectáculo en que anualmente se convierte su junta de accionistas. Las mieles del éxito se dejaron notar una vez más en los jugosos beneficios acumulados en 2013 por la entidad en manos de uno de los hombres más ricos del planeta.
Berkshire Hathaway registró un beneficio neto el año pasado que alcanzó los 19.500 millones de dólares, muy por encima de los 14.800 millones acumulados en 2012. Sólo en el último trimestre de 2013, el beneficio por acción de clase A del brazo financiero del oráculo de Omaha se situó en los 3.035 dólares, alrededor de un 9,6 por ciento más que hace un año.
En su carta a sus feligreses, Buffett metió el dedo en la llaga en el espinoso asunto de las pensiones públicas. El inversor hizo sonar las alarmas al respecto al clarificar lo que muchos ya se temían: los problemas financieros de los gobiernos no permitirá el pago de las pensiones prometidas. "Los ciudadanos y los funcionarios públicos generalmente subestimaron la gigantesca carga financiera originada cuando se prometió financiar las pensiones públicas", dijo.
"Durante la próxima década, vamos a leer muchas malas noticias sobre los planes de pensiones públicas", pronosticó Buffett. Un hecho que ya hemos visto con la quiebra de Detroit, donde los pensionistas tendrán que asumir una quita de hasta el 34 por ciento.
Entre la carrera de cinco kilómetros esponsorizada por Brooks, el brunch orquestado por la joyería Borsheims y las suculentas cenas a cargo de Gorat's Steakhouse y Piccolo's, las palabras del Oráculo de Omaha en su misiva anual sonaron una melodía para aquellos que confían en su buen hacer al frente de Berkshire Hathaway.
"A pesar de que hemos invertido en el extranjero, las verdaderas oportunidades se encuentran en Estados Unidos", apostilló el ídolo de Wall Street, quien no pudo batir el año pasado la rentabilidad brindada por el S&P 500, índice que, dividendos incluidos, alcanzó el 32,4 por ciento.
Aún así prometió derrotar al indicador de referencia "cuando el mercado caiga o suba moderadamente", una hazaña más mundana que celestial.
Sin embargo, tanto Buffett como su compañero de batallas, Charlie Munger, continuarán "en busca de elefantes" con los que engordar el extenso portafolio de negocio de Berkshire, cuyo valor de mercado asciende hasta los 280.000 millones de dólares.
El año pasado se echó en falta una colosal compra como la adquisición de Heinz que en 2012 dejo boquiabierto a propios y extraños, no sólo por su precio, 24.000 millones de dólares. sino por su hermanamiento con 3G Capital. Una dinámica que ha creado "un patrón de asociación" para grandes compras en el futuro. Dicho esto, Bekshire realizó 25 compras de pequeño alcance con un valor total de 3.100 millones de dólares.