
Todo está listo ya en el Olimpo de las finanzas. El sábado, el CenturyLink Center de Omaha, en Nebraska, acogerá a los cientos de peregrinos que acuden cada año a escuchar las predicciones de su Oráculo, Warren Buffett. Un encuentro que sólo permite entrar a aquellos con acciones de Berkshire Hathaway, quienes sólo pueden solicitar cuatro tickets para acudir a un sarao que poco tiene de celestial.
De momento, el octogenario y superviviente a un cáncer de próstata ya ha dado algunas pinceladas de lo que revelará el sábado. "Dejen de lado el comportamiento caprichoso e irracional" de los precios de las acciones, advertirá Buffett, quien apunta que centrar toda la atención en estos devenires hará que el inversor "se comporte también de manera irracional". De acuerdo con los fragmentos publicados el lunes por Fortune, el dueño de Berkshire Hathaway pondrá como ejemplo su inversión en una granja de Nebraska y una propiedad cerca de la Universidad de Nueva York.
No debemos olvidar que Buffett se hizo cargo de Berkshire en 1965 y transformó al fabricante textil en una empresa de más de 280.000 millones de dólares. Si por aquel entonces hubiéramos invertido 100 dólares en ella, a día de hoy tendríamos 587.000 dólares. Si se hubiera hecho con un fondo basado en la evolución del S&P 500, sólo hubiéramos obtenido 7.500 dólares.
Sin embargo, para algunos, el Oráculo de Omaha comienza a ser más mundano y menos místico. De hecho, el comportamiento de Berkshire en la última década no ha sido estelar, quedando rezagado del S&P 500 en más de un 1 por ciento al año. El 31 de diciembre de 2013 marcó una jornada aséptica, ya que por primera vez en 43 años, los beneficios generados por Berkshire durante los últimos cinco años, no superaron a los retornos del S&P 500.
Es por ello que nombrar a un delfín capaz de convertirse en digno sucesor de Buffett es necesario a la par que difícil. Mientras la entidad podría presentar un récord con sus beneficios anuales poco se sabe de los entresijos de la compañía. La Comisión de Mercados y Valores de EEUU (SEC) ha pedido cuentas a Buffett sobre sus operaciones con derivados y cómo sus aseguradoras lidian con los reclamos de catástrofes naturales. Hasta la fecha, cuatro nombres rondan las quinielas de favoritos. Entre ellos destaca Matthew Rose, que capitaneó una de las sabrosas compras de Buffett, la ferroviaria Burlington Northern Santa Fe. También figura Tony Nicely, de la aseguradora Geico, con más de medio siglo de experiencia en Berkshire. Y no hay que olvidar a otros como Gregory Abel, de MidAmerican Energy o Ajit Jain, otro pupilo a bordo de Berkshire.