El Dow Jones escribió ayer otro capítulo de su historia: la conquista de los 15.000 puntos, un nivel sin precedentes nunca antes desde su creación. El indicador logró afianzar el tono alcista registrado en las últimas sesiones con un ascenso del 0,58%, que le bastó para cerrar en los 15.048 puntos.
Aunque la fiesta registrada ayer en Wall Street, que estuvo en línea con las alzas registradas en las bolsas europeas, no se limitó solo al Dow Jones. El S&P 500 también consiguió renovar sus máximos históricos conquistando los 1.625 puntos, después de apuntarse unas subidas superiores al 0,52%. En una semana ausente de grandes referentes macroeconómicas, los buenos resultados empresariales conocidos en Estados Unidos fueron suficientes para desatar una oleada de compras en Wall Street.
Aunque eso no impidió que en algunos grandes valores, los inversores recogieran beneficios de las grandes cotizadas tecnológicas, como Google o Apple. De hecho, el Nasdaq 100 fue el único índice al otro lado del Atlántico que desvió de los avances vistos ayer en Wall Street, ya que el principal índice tecnológico se anotó un descenso del 0,08%, hasta los 2.952 puntos.
Compras en Europa
Bajo los efectos de los bancos centrales -ayer fue el australiano el que rebajó sus tipos de interés a mínimos históricos situados 2,75%, después de que el Banco Central Europeo (BCE) rebajara la semana pasada el precio oficial del dinero hasta el 0,5%-, los parqués de Europa continuaron con las subidas, lo que permitió a la bolsa alemana renovar sus máximos históricos desde 2007.
Aunque la más alcista fue el parqué italiano, que se anotó un ascenso del 1,54%, hasta los 17.121 puntos. Por detrás, la bolsa portuguesa, que avanzó otro 0,9%, hasta el nivel situado en los 6.356 puntos.