Es uno de los dividendos más esperados de la bolsa española. Uno de los que conserva el clásico pago en metálico sin incluir la opción de la entrega de acciones y uno de los que ofrece más rentabilidad al accionista. No es otro que el repartido por BME. La gestora de la bolsa española distribuirá el próximo 10 de mayo su último dividendo con cargo a los resultados del año pasado.
Esta semana la junta de accionista también aprobó dos remuneraciones especiales, aunque de momento la fecha sigue abierta.
Por lo pronto, BME pagará los esperados 0,6 euros por acción el viernes, con lo que entregará alrededor de 50 millones de euros del beneficio generado en 2012. El holding dedicará así un 98% de sus ganancias a la retribución, tras abonar más de 83 millones de euros en sus dos entregas anteriores.
A este pago, que supone una rentabilidad del 3%, habrá que sumarle un dividendo extraordinario de 0,142 euros por acción que pagará con reservas de libre disposición. Es cierto que la entrega supone un descenso respecto a los 0,374 euros que ha abonado la compañía en las últimas ocasiones en las que ha dado un dividendo especial. Pero es que esta vez hay doble paga extra. En la junta del pasado lunes BME también aprobó la reducción del capital por 19,23 millones a través de la reducción en 0,23 euros del valor nominal. Tras la operación, el nominal de las acciones disminuirá de 3,23 a 3 euros. La finalidad no es otra que "devolver las aportaciones a los accionistas y ahora es el consejo quien debe fijar el día".
¿Recuperación de volúmenes?
Tras el cierre de abril, desde BME insisten en que los volúmenes se están recuperando desde el regreso de los inversores bajistas -la CNMV levantó el veto el pasado 31 de enero- y la compañía espera que se produzca una recuperación hasta los niveles previos a la prohibición. Durante el mes pasado la contratación sí que repuntó respecto a marzo, al negociarse un 11% más en renta variable. Sin embargo, si la comparación es frente al mismo mes de 2012, en el pasado abril circuló por el parqué un 12% menos de efectivo.