La bolsa de Nueva York ha cerrado a la baja y el Dow Jones ha descendido un 0,43% y ha perdido los 14.500 puntos en una jornada marcada por la preocupación que generan las condiciones del rescate de Chipre. Ese índice ha restado 62,05 puntos para quedar en las 14.452,06 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 ha perdido un 0,55% y el tecnológico Nasdaq un 0,35%.
Wall Street, al igual que el resto de bolsas mundiales, se cubrió de rojo después de que este fin de semana los ministros de Finanzas de la zona del euro (Eurogrupo) acordaran un rescate de 10.000 millones de euros para Chipre, pero a cambio de que el país aceptara una quita de todos los depósitos.
El Parlamento de ese país debía votar hoy el acuerdo para establecer un impuesto extraordinario a los ahorros a cambio de la ayuda europea, pero la votación se ha pospuesto a mañana mientras Chipre trata de renegociar los términos del rescate con el Eurogrupo.
Algo más de dos tercios de los componentes del Dow Jones acabaron la jornada en terreno negativo, liderados por la aeronáutica Boeing (-1,45%) después de que la aerolínea indonesia Lion Air cerrase la compra de 234 aviones a su principal rival, Airbus, un pedido valorado en 18.400 millones de euros.
También destacaron los descensos del grupo de entretenimiento Walt Disney (-1,3%), la tecnológica Cisco (-1,16%) y la cadena McDonald's (-1,1%), mientras que el lado positivo de la tabla lo capitaneó la informática Hewlett-Packard (2,93%) después de que Morgan Stanley elevase la recomendación que le merecen sus acciones.
El sector financiero fue uno de los más golpeados de la jornada, con destacados descensos como los de Morgan Stanley (-2,54%), Citigroup (-2,16%), Goldman Sachs (-1,87%), Wells Fargo (-1,15%), y JPMorgan Chase (-1,02%).
Entre las tecnológicas sorprendió el avance de Apple (2,72%), mientras que bajaron Facebook (-0,58%), Google (-0,8%) y Amazon (-1,5%), entre muchas otras.
En otros mercados, el petróleo de Texas subió a 93,74 dólares por barril, el oro ascendió a 1.604,6 dólares la onza, el dólar perdía terreno frente al euro (que se cambiaba a 1,2955 dólares) y la rentabilidad de la deuda estadounidense a diez años retrocedía al 2,02%.