Después de la tempestad siempre llega la calma y el lunes los mercados sufrieron un auténtico revuelo. De hecho, la prima de riesgo española -que mide la diferencia entre la rentabilidad del bono español a diez años y el alemán- se disparó 29 puntos básicos, superando el nivel de los 380 puntos.
Aunque la inestabilidad política en España por los supuestos casos de corrupción y la incertidumbre sobre las próximas elecciones en Italia están presentes, el diferencial vivió una jornada más tranquila. Así, el riesgo país se relajó 10 puntos básicos y cerró en los 372 puntos, con la rentabilidad del bono español a una década en el 5,378%. Mientras que el bund alemán se situó en el 1,651% frente al 1,611% de la jornada anterior.
"Hay que pensar que desde después del verano habíamos venido disfrutando de una relajación de la prima de riesgo, que respondía más a factores externos (oferta de apoyo del BCE, acuerdo de mínimos en EEUU para evitar el fiscal cliff) que a factores internos. Es cierto que la situación ha mejorado ligeramente, pero (...) cualquier sombra de nuevas tensiones motivará que la prima vuelva a incrementarse", indica Victoria Torre, analista de Self Bank.
Mañana la prima de riesgo española tendrá una cita clave, ya que el Tesoro público llevará a cabo una subasta de obligaciones con la que pretende captar hasta 4.500 millones de euros, y esta emisión servirá para medir si habrá recuperación o el riesgo país seguirá acosado por las dudas en torno a la solvencia de España.
Italia también 'se calma'
Por su parte, la prima de riesgo italiana también se benefició del breve respiro que los inversores dieron a los mercados en la jornada de , aunque en menor medida. De este modo, el diferencial transalpino bajó 5 puntos básicos, hasta los 281 puntos.