
La bolsa de Nueva York ha cerrado sin una tendencia clara y el Dow Jones ha subido un leve 0,13% en una jornada volátil en la que los resultados de Wells Fargo no terminaron de convencer. Ese índice ha sumado 17,21 puntos hasta 13.488,43 unidades, el selectivo S&P 500 no registró cambios y el índice compuesto del mercado Nasdaq ascendió el 0,12%.
Los inversores se decantaron por la cautela un día después de que el selectivo S&P 500 alcanzase cotas desconocidas en cinco años y a la espera de que se divulgue la semana que viene un aluvión de resultados, entre los que destacarán los de Morgan Stanley, JPMorgan Chase, Goldman Sachs, Bank of America y Citigroup.
El primer banco en presentar sus cuentas fue hoy Wells Fargo, que anunció antes de la apertura que se anotó un beneficio neto récord de 18.900 millones de dólares en 2012, un 19% más que en 2011, aunque bajó el 0,85% en bolsa ante las dudas sobre su negocio hipotecario.
Las miradas también se posaron hoy sobre el fabricante aeroespacial Boeing (-2,5%), que lideró el terreno negativo del Dow Jones después de que el Gobierno de Estados Unidos anunciase que revisará tanto el diseño como los procesos de producción del 787 después de los incidentes que ha registrado durante los últimos días.
También destacaron los descensos de Bank of America (-1,27%) y la farmacéutica Pfizer (-0,9%), mientras que el lado de las ganancias lo encabezaron la tecnológica Microsoft (1,4%) y la petrolera Chevron (1,14%), esta última tras anunciar que sus beneficios se elevarán "notablemente" en el cuarto trimestre.
Subió además American Express (0,74%), que el jueves anunció de forma anticipada sus resultados preliminares junto a un plan de reestructuración que implica eliminar 5.400 puestos de trabajo.
Fuera de ese índice, la red social Facebook ganó el 1,34%, dando continuidad a las ganancias que se ha anotado desde que anunció una conferencia de prensa para el 15 de enero en la que se rumorea que podría presentar su propio teléfono móvil.
En otros mercados, el crudo de Texas bajó a 93,56 dólares por barril, el oro descendió a 1.660,6 dólares la onza, el dólar perdía terreno frente al euro, que se cambiaba a 1,3343 dólares, y la rentabilidad de la deuda estadounidense a 10 años retrocedía al 1,86%.