El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dicho hoy que la institución que dirige está preparada para hacer "lo que sea necesario" para preservar el euro, ya que la moneda única es "irreversible".
El claro mensaje de Draghi parece haber calado en los mercados: la renta variable europea se ha dado la vuelta, lo mismo que el euro, y la prima de riesgo española ha perdido los 600 puntos.
"Dentro de nuestro mandato, el BCE está preparado para hacer lo que sea necesario para preservar el euro", mantuvo Draghi en una conferencia en Londres. "Y creánme, será suficiente".
"Creemos que el euro es irreversible. Y no son palabras vacías ahora. Las acciones que estamos llevando a cabo harán que sea irreversible", explicó el italiano ante una audiencia llena de politicos y empresarios.
La prima de riesgo, problema del BCE
Precisamente, sobre el mandato, el presidente del BCE aseguró que los altos rendimientos de la deuda entraban dentro de él.
"Dado que el tamaño de esas primas soberanas dificultan el funcionamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria, entra en nuestro mandato", señaló Draghi. Por ello "entran (las primas de riesgo) dentro de nuestras competencias. Tenemos que lidiar con la fragmentación financiera y afrontar estos temas".
Estas palabras podrían tener mucha importancia: el mandato del BCE es doble, por un lado controlar la inflación y por otro mantener la estabilidad financiera, y siempre se ha distanciado de los asuntos de los gobiernos. Sin embargo, asumir que las primas de riesgo, y por lo tanto el rendimiento de la deuda de los países, como un problema propio, acerca la posibilidad de que finalmente intervenga para reducir los inteses que pagan países como España e Italia.
"Sus comentarios ciertamente sugieren que las compras de bonos españoles e italianos están de nuevo sobre la mesa para ser discutidas, así como otra LTRO (megainyecciones de liquidez a 3 años para la banca)", explicó a Bloomberg el economista Chris Scicluna, de Daiwa Capital. "Pero, como el verano pasado, esperamos que cualquier nueva compra de bonos sea temporal y limitada hasta que otras políticas estén en marcha".
Con todo, otros analistas son más cautos, y Peter Chatwell, de Credit Agricole, defiende que no ha cambiado nada "estructural", y que el discurso es "deliberadamente ambiguo", aunque reconoce que sus comentarios son "ligeramente amenazantes" para aquellos que están cortos en deuda periférica. Podrían ser una pista incluso de algo "mucho más amplio", no solo compras de bonos o nuevas inyecciones de liquidez.
Ayer, otro miembro del BCE, el austriaco Ewald Nowotny, abrió la puerta a que la institución financiara el fondo derescate, lo que ampliaría su capacidad en el caso de ser necesario asistir a España e Italia. Desde Francia, el gobierno también se ha mostrado partidario de medidas en este sentido.
Además, Draghi dijo que la última cumbre fue un "éxito real", y que los cortafuegos "están preparados para funcionar mucho mejor que en el pasado". Allí se acordó dar al BCE un papel de supervisor bancario europeo, así como la posibilidad de una inyección directa de fondos europeos en la banca.
El presidente del BCE añadió que no se debe subestimar el capital político hay invertido en el euro, que la Eurozona ha hecho "progresos extraodinarios" en los últimos seis meses" y que la zona es "mucho más fuerte de lo que alguna gente dice".