
Wall Street cerró de la peor manera una sesión en la que cada minuto era peor que el anterior. El S&P_500 cerró con una caída del 2,2 por ciento, en 1.304,37 puntos. De momento resiste el nivel psicológico de los 1.300 puntos, pero el nivel de ayer es el más bajo desde septiembre de 2006.
De nuevo, hubo nuevos temores sobre las entidades financieras, que se vieron muy castigadas. Mientras, la espiral alcista en la que se han introducido los precios del petróleo parece no tener fin. Y todo juega a favor de que persista esta tendencia.
Debilidad de la moneda
Primero, por el dólar. La extrema debilidad de la moneda norteamericana, que ayer marcó otro mínimo histórico frente al euro, provoca que a los países productores les interese mantener las cotizaciones lo más altas posibles. Sólo así contrarrestan la pérdida que supone para ellos la caída del dólar, ya que ésta es la divisa en la que obtienen sus ingresos.
Nervios en los mercados
Para añadir más leña al fuego, hoy se ha sumado el miedo terrorista. La explosión de un pequeño artefacto en la popular Times Square de Nueva York, junto a unas instalaciones militares, provocó momentos de alerta en EEUU y desató los nervios en los mercados.
De hecho, fue esta incertidumbre la que propició los nuevos máximos históricos marcados en la mañana de ayer por el crudo a ambos lados del Atlántico. El barril WTI, de referencia en Estados Unidos, llegó hasta los 105,9 dólares en los momentos posteriores al conocimiento de la noticia, para luego moderarse hasta los 103,5 dólares.
En Europa, el barril Brent escaló hasta los 102,9 dólares, antes de pasar a moverse por la tarde en torno a los 101,2 dólares. Hasta la fecha, el WTI_acumula una subida próxima al 8 por ciento en 2008, frente al 7,5 por ciento que presenta el Brent.
El oro también sube
Una vez más, el petróleo no caminó solo. Le acompañó el oro, que comparte argumentos para subir con el crudo. No en vano, el metal precioso actúa tradicionalmente como activo complementario al dólar cuando éste cae. Y suele ser buscado por los inversores cuando crece la amenaza terrorista.
Al rebufo de ambos factores y de la ascensión del petróleo, la onza de oro al contado se revalorizó hasta los 992 dólares, el registro más alto de la historia, para frenarse posteriormente hasta los 977 dólares. A este nivel, su subida en el ejercicio asciende ya al 17,5 por ciento. Más lejos fueron los contratos de futuro sobre el oro con vencimiento en los próximos meses. El de octubre llegó a 1.005 dólares.