El alza del crudo y el endeudamiento para la compra de vivienda siguen constituyendo riesgos para la inflación
FRANCFORT (ALEMANIA), 6 (EUROPA PRESS)
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, afirmó hoy que la institución realizará una "estrecha vigilancia" de la inflación en la zona euro, y aseguró que los tipos de interés se mantienen todavía en "niveles bajos".
"Mantendremos una estrecha vigilancia para asegurar que los riesgos sobre la estabilidad de precios a medio plazo no se materializan", manifestó Trichet en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno de BCE, que decidió mantener el precio del dinero en el 2,75%.
El presidente del BCE explicó que la institución monetaria está analizando los datos sobre la influencia que tuvo la anterior subida del precio del dinero, y reiteró que los tipos se mantienen en "niveles bajos", en un contexto de "crecimiento del crédito" y "amplia liquidez".
Además, señaló que la política monetaria del BCE sigue siendo acomodaticia, y apuntó al alza del petróleo como uno de los mayores riesgos a largo plazo. "Los riesgos en la previsión de comportamiento de precios siguen siendo altos e incluyen nuevos incrementos en el precio del petróleo", advirtió.
El alza del crudo, señaló, conlleva riesgos asociados con efectos de segunda ronda, como el traslado de estas tensiones a "los precios de consumo" finales y a los salarios. "En suma, la inflación en términos interanuales se mantendrá elevada en 2006 y 2007, con el riesgo de que esta tendencia continúe", añadió.
En junio, el encarecimiento interanual de precios se mantuvo en el 2,5%, por encima de las previsiones de la Comisión Europea, que también teme los efectos indirectos del alza del crudo. Este nivel incomoda al BCE, que sitúa en torno al 2% el ritmo adecuado de subidas de precios.
El BCE decidió también mantener la facilidad de depósito, que marca la remuneración del dinero, en el 1,75%, y el tipo de la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos europeos, en el 3,75%.
La anterior subida de tipos se produjo el mes pasado, en Madrid. Desde diciembre, el BCE ha subido cada tres meses en un cuarto de punto el precio del dinero, pero el entorno dibujado por Trichet puede ser el preludio de un cambio de ritmo y de un incremento en agosto hasta el 3%.
EXCESO DE LIQUIDEZ.
Como en otras ocasiones, Trichet advirtió de la excesiva liquidez en el sistema. La masa monetaria M3, recordó, se situó en mayo en el 8,9%, el nivel más alto desde el nacimiento del Eurosistema, y la actividad crediticia sigue siendo "fuerte".
El mercado inmobiliario y los préstamos hipotecarios contribuyen a esta situación. "La actual fuerte actividad sigue debiéndose al endeudamiento para la compra de viviendas, que ha marcado un incremento del 12% en los últimos meses", consideró. "El crecimiento del dinero y del crédito, en un entorno con amplia liquidez, provoca riesgos añadidos a la estabilidad de precios", explicó.
En todo caso, la decisión del BCE de mantener el precio del dinero ayudará probablemente a amortiguar, al menos hasta el mes que viene, las subidas del euribor, el tipo al que se conceden la mayoría de las hipotecas en España. En junio, este indicador subió hasta el 3,401%, con lo que se situó en el nivel más alto desde agosto de 2002. Esta subida fue la novena subida mensual consecutiva y supuso un nuevo encarecimiento de las hipotecas.
Los analistas creen que una posible subida de los tipos de interés por parte del BCE en agosto apoya la tendencia al alza del euribor, que podría situarse en los próximos meses en el entorno del 3,5% e incluso acercarse al 4%.
FORTALECIMIENTO DEL EURO.
Tras la decisión del BCE, el euro consolidó su fortalecimiento frente al dólar. En concreto, la divisa europea se cambiaba por 1,2783 dólares, frente a los 1,2746 dólares marcados poco antes de que se diera a conocer el mantenimiento del precio del dinero.
El euro ha tendido a fortalecerse en los últimos meses. Los analistas consideran que la revalorización del euro quita margen al BCE a la hora de acometer nuevas subidas, ya que unos tipos altos provocan un fortalecimiento de la divisa al hacer que ésta gane atractivo y favorezca la recuperación de inversiones.
Dada la dependencia de algunos países como Alemania de las exportaciones, un euro demasiado alto podría generar presión política sobre el BCE para que contenga los tipos. Los analistas llevan meses previendo que la divisa alcance este verano los 1,30 dólares.
En la actualidad, los tipos de interés en Estados Unidos están en el 5,25%, aunque se espera que no se produzcan nuevas subidas o que, en todo caso, estas subidas sean menores a las que aplique en Europa el BCE. En Reino Unido, el Banco de Inglaterra decidió hoy mantener el precio del dinero en el 4,5% por undécimo mes consecutivo.
La Comisión Europea pronostica que el crecimiento de la zona euro en el segundo y tercer trimestre será de entre el 0,5% y el 0,9%, por encima de la horquilla de entre el 0,3% y el 0,8% prevista anteriormente para el segundo trimestre, y de entre el 0,2% y el 0,8% para el tercero.
El BCE calcula que el crecimiento en la zona euro en 2006 se sitúe entre el 1,8% y el 2,4%, y entre el 1,3% y el 2,3% en 2007. El nuevo pronóstico de la institución para 2006 no ha variado, pero sí el de 2007, donde se ha aplicado una revisión a la baja provocada por el alza del petróleo.
SUBIDAS DE TIPOS.
El BCE inició en diciembre la nueva etapa de encarecimiento periódico del precio del dinero, en cuyo contexto se inscriben sus decisiones actuales. De hecho, los tipos se mantuvieron en el 2% durante año y medio, hasta diciembre de 2005, momento en el que el banco central emprendió una política menos acomodaticia con el objetivo de controlar los precios, tras detectar una mejora en el crecimiento en la eurozona.
El BCE se ha mostrado hasta el momento prudente en sus subidas, hasta el punto de que la de diciembre fue la primera desde el 6 octubre de 2000, cuando el precio del dinero alcanzó el 4,75%. A partir de ese momento, la institución monetaria comenzó a bajar progresivamente los tipos, hasta alcanzar el 2% en junio de 2003.
La autoridad monetaria de la zona euro dio por terminada en octubre de 2000 la última serie de incrementos de los tipos de interés, que le había llevado a subir las tasas en 2,25 puntos desde el inicio de esta tendencia, en noviembre de 1999.
Después de octubre de 2000, el BCE mantuvo sin cambios los tipos de interés en el 4,75%, hasta el 11 de mayo de 2001, cuando los rebajó un cuarto de punto. Tres meses después, el 31 de agosto, la institución volvió a bajar las tasas un cuarto de punto, hasta el 4,25%, y el 18 de septiembre decidió recortar los tipos medio punto, hasta el 3,75%.
Los recortes de tipos prosiguieron durante el resto de 2001 --el 9 de noviembre el BCE volvió a rebajarlos medio punto hasta el 3,25%--. Durante casi todo 2002, los tipos de interés permanecieron en este nivel, pero el 6 de diciembre el BCE decidió rebajarlos otro medio punto y los situó en el 2,75%.
En marzo de 2003, siguió con el abandono de la política de tipos elevados y recortó los tasas en un cuarto de punto, hasta el 2,5%, para después situarlos en el 2% el 6 de junio de 2003, el nivel en el que permanecieron hasta el 1 de diciembre de 2005.
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