Hace una semana parecía un sueño inalcanzable que la prima de riesgo consiguiera volver a cotizar por debajo de los 400 puntos básicos, pero ayer ese sueño estuvo apunto de hacerse realidad.
De hecho, en algún momento de la sesión el diferencial entre el bono español y el alemán a diez años se colocó por debajo de ese nivel, aunque no consiguió mantenerse al cierre y, de hecho, despidió la sesión en 406 puntos básicos.
En ello influyó tanto la caída en la rentabilidad de la que, por segundo día consecutivo, disfrutó la deuda pública española a diez años (retrocedió hasta el 5,79 por ciento) como el repunte que experimentó el rendimiento del bono alemán, que escaló hasta el 1,74 por ciento. Aunque, tal como recuerda Miguel Paz, de Unicorp, "el movimiento se vería ratificado si el bono español cayese nuevamente por debajo del 5,60 por ciento de rentabilidad, y que el Euro superase el 1,325". Ayer, la moneda única cotizaba en 1,3206 dólares.
A juzgar por este comportamiento parece que los inversores se dejaron llevar por las palabras de Mario Draghi, presidente del BCE afirmando que "lo que está más presente ahora en mi cabeza es tener un pacto por el crecimiento", aunque también dejó entrever que no reanudará el programa de compra de bonos. Y no les importó la decisión de la cámara de compensación LCH Clearnet de elevar los márgenes que exigen para la deuda española a medio y largo plazo, y también para la francesa a 10/15 años.
Floja subasta en Alemania
Por su parte, en el mal comportamiento del bono alemán pudo influir por el flojo resultado de una subasta de deuda alemana a 30 años. La baja rentabilidad de estos bonos, un 2,41 por ciento, evitó que el Budesbank colocara los 3.000 millones de euros previstos y hubo de conformarse con vender 2.405 millones ya que la demanda casi igualó a la oferta -el ratio de cobertura fue de 1,14 veces-.
No obstante, eso no implica que la deuda alemana haya perdido atractivo como activo refugio. De hecho, su rentabilidad sigue estando muy debajo de la media de los últimos cinco años (3,24 por ciento, según Bloomberg) . "La baja rentabilidad puede ser un problema pero el resultado no tiene nada que ver con que se dude de Alemania", afirmó Carl Heinz Daube, director de la agencia de finanzas alemana a Bloomberg.