Bolsa, mercados y cotizaciones

El Ibex sufre su peor racha desde 2008

En abril... ventas mil. El Ibex 35, el índice de referencia de los mercados bursátiles españoles, apenas ha visto el sol este mes. Ha disfrutado de días favorables, como el pasado martes, sesión en la que subió un 2,28 por ciento, o ayer mismo, jornada en la que repuntó un 1,92 por ciento.

Pero casi todo han sido nubes. Muchas nubes. Tantas, que el viernes despachó su quinta semana consecutiva de caídas, con lo que arrastra su secuencia bajista más larga desde la que atravesó entre diciembre de 2007 y enero de 2008. Entonces fueron siete las semanas de números rojos que encadenó. Por el momento, acumula cinco -en la última ha cedido un 2,9 por ciento-, racha en la que ha perdido un 17 por ciento. Con este bagaje en sus espaldas, carga ya con una caída del 17,8 por ciento en lo que va de 2012. Como consuelo, eso sí, la postrera reacción alcista del viernes le permitió recuperar la cota de los 7.000 puntos -acabó en los 7.040,6-, perdida el jueves por primera vez desde marzo de 2009.

La alegría de la última jornada, propiciada por un inesperado repunte de la confianza de los empresarios alemanes, contrastó con el fuerte pesimismo de las sesiones previas. Todo se alineó en contra del Ibex. A los enemigos ya conocidos, como las dudas sobre el ajuste del déficit público, la recesión y la inacabada reforma del sistema financiero, se han unido otros problemas más concretos que han golpeado a varias de las principales compañías del índice. Sobresalen cuatro nombres propios: Repsol, Sacyr, Iberdrola y ACS.

La petrolera española ha sido la gran protagonista de la semana después de que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anunciara el lunes la expropiación del 51 por ciento de YPF, compañía de la que hasta entonces Repsol era la principal accionista con una participación del 57,5 por ciento. La polvareda levantada por esta medida ha propinado un duro castigo a la cotización de la empresa presidida por Antonio Brufau. Sus títulos han acumulado un descenso semanal del 14,6 por ciento, hasta los 14,92 euros. Su estela ha sido seguida, y superada, por Sacyr, cuyo destino está ligado al de la petrolera al poseer un 10 por ciento de su capital. Las acciones de la constructora han caído un 20,05 por ciento, hasta los 1,60 euros.

Sin tiempo para digerir la incertidumbre proveniente de Argentina, los inversores se encontraron con otro foco de tensión. El martes, la constructora ACS, presionada por su elevado endeudamiento, anunció la venta de un 3,7 por ciento de la eléctrica Iberdrola. Esta maniobra proporcionó otras excusa vendedora a los inversores. La cotización de la eléctrica ha retrocedido un 5,25 por ciento en la semana, hasta los 3,59 euros, y la de la constructora ha bajado un 11,71 por ciento, hasta los 15,01 euros.

Junto a estos valores, la banca también ha dejado desasistido al Ibex. En el conjunto de la semana, Bankinter ha caído un 4,04 por ciento; Popular, un 3,23 por ciento; Sabadell, un 2,78 por ciento; CaixaBank, un 2,67 por ciento; BBVA, un 2,35 por ciento; y Santander, un 2,26 por ciento. El contrapunto positivo lo han puesto, principalmente Amadeus y Grifols, que han subido un 9,3 por ciento y un 5,2 por ciento, respectivamente.

Sin apoyos, el Ibex ha vuelto a quedarse rezagado con respecto a sus homólogos europeos. Sobre todo con respecto al Dax alemán, que se ha anotado un avance del 2,5 por ciento. También ha sacado pecho Wall Street, con el Dow Jones anotándose subidas próximas al 2 por ciento que le han situado de nuevo sobre los 13.000 puntos.

Más presión en Italia... y Francia

La deuda pública tampoco lo ha tenido fácil. El rendimiento de los bonos españoles a 10 años se ha movido entre el 5,7 y el 6,1 por ciento, para cerrar el viernes en el 5,96 por ciento. En cuanto a la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, ha subido esta semana de los 424 a los 425 puntos básicos. Sin irse de España, esta semana la presión ha sido mayor en Italia y Francia. El rendimiento de los bonos transalpinos ha subido del 5,52 al 5,66 por ciento y su prima de riesgo, de los 379 a los 395 puntos básicos. En cuanto a la deuda gala, la rentabilidad de sus títulos a una década ha repuntado del 2,95 al 3,09 por ciento, mientras que su prima de riesgo ha aumentado de los 121 a los 138 puntos básicos.

Pese a la persistencia de las dudas en torno a la deuda soberana, el euro se ha mostrado fuerte. La moneda única se ha apreciado un 1 por ciento contra el billete verde, su mayor subida desde febrero, y ha escalado hasta los 1,321 dólares.

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