Bolsa, mercados y cotizaciones

España paga un 80% más que en marzo por las letras a 12 y 18 meses

Primera prueba superada. El Tesoro Público, el organismo encargado de emitir deuda pública española en el mercado, sacó adelante ayer con una nota más que aceptable la subasta de letras a 12 y 18 meses. No lo tenía fácil, puesto que se enfrentaba a las peores condiciones del año.

Y así se reflejó en el coste de la operación, puesto que los títulos se colocaron con el interés más alto desde diciembre y más de un 80 por ciento más caros que en marzo.

En concreto, las letras a un año se adjudicaron con una rentabilidad media del 2,62 por ciento, un 85 por ciento por encima del 1,41 por ciento del mes anterior; y los títulos a 18 meses se colocaron al 3,11 por ciento, un precio que superó en un 82 por ciento al de marzo. Además de ser los mayores intereses desde diciembre, cuando se subastaron al 4,05 y al 4,23 por ciento, respectivamente, esos rendimientos vuelven a competir con los depósitos bancarios a 12 meses, cuyo rendimiento medio se sitúa en el 2,65 por ciento. Por el contrario, los pagarés preservan un mayor atractivo -también un mayor riesgo que las letras-, puesto que su rentabilidad media a un año ronda el 4 por ciento.

La prudencia como virtud

Junto con el aumento de los intereses, la subasta estuvo marcada por el objetivo de financiación establecido por el Tesoro. Consciente de las tensiones de las últimas semanas, el organismo emisor fue menos ambicioso, ya que rebajó esa meta hasta una horquilla situada entre los 2.000 y los 3.000 millones de euros, cuando en marzo, por ejemplo, situó esa meta entre los 4.500 y los 5.500 millones. "Considero un acierto la decisión del Tesoro de reducir sus objetivos de colocación de papel en las subastas de esta semana -también ha rebajado el objetivo para la subasta de bonos y obligaciones de mañana-", valora José Luis Martínez, estratega de Citi en España.

En efecto, la rebaja del listón contribuyó al resultado de la subasta: haber pretendido una cantidad superior hubiera provocado un precio más alto y mayores dificultades para completar la operación. En este sentido, los rendimientos medios a los que se subastaron los títulos fueron inferiores a los vigentes en el mercado en ese momento, que ascendían al 2,86 por ciento para las letras a 12 meses y al 3,21 por ciento para los títulos a 18 meses.

Además, el margen que se concedió a sí mismo el Tesoro incluso le permitió sacar pecho, puesto que acabó captando 3.178 millones, es decir, por encima del objetivo máximo. Al mismo tiempo, la rebaja del objetivo de financiación dio realce a la demanda. Aunque en dinero las peticiones fueron inferiores a las recibidas en la subasta de marzo -alcanzaron los 10.152 millones de euros, frente a los 11.930,2 millones de hace un mes-, proporcionalmente la demanda fue superior a la del mes anterior. Así, el volumen solicitado ayer por los inversores superó la oferta en 3,19 veces entre los dos tipos de letras, por encima de las 2,36 veces de marzo.

Un respiro para la deuda

El respaldo de la demanda transmitió confianza a los inversores, que vieron cómo España no tiene problemas para financiarse. Consecuentemente, dieron un respiro a la deuda española. Los bonos vivieron su mejor sesión desde enero y su rendimiento cayó del 6,07 al 5,88 por ciento y la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, se estrechó de los 435 a los 414 puntos básicos.

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