BOGOTÁ (Reuters) - Las pruebas de supervivencia de ocho personas secuestradas por la mayor guerrilla de Colombia, en las que relatan la crueldad que sufren en la selva, provocaron indignación en un país acostumbrado a soportar la violencia y los rigores del conflicto interno.
La mayoría de rehenes, principalmente los efectivos del Ejército y de la Policía, permanecen con cadenas que cuelgan a sus cuellos y atados a árboles, en medio de la jungla para evitar que se fuguen.
Muchos colombianos lloraron el martes escuchando los relatos de las cartas que hicieron con la voz entrecortada las esposas o los hijos de los rehenes por la radio y otros lo hicieron frente a las pantallas de televisión.
¿PRUEBAS DE VIDA?
Entre los rehenes que enviaron cartas y fotografías figuran el coronel Luis Mendieta, el ex senador Jorge Eduardo Gechem y el ex gobernador del departamento del Meta, Alan Jara.
"No son pruebas de vida, son pruebas de supervivencia, ellos se están pudriendo en la selva, están casi muertos. Solo los mantiene vivos la ilusión de sus familias", agregó.
Pero las posiciones inflexibles de las partes han impedido llegar a un acuerdo para poner fin al drama de los rehenes, algunos de los que completaron 10 años secuestrados.
/Por Luis Jaime Acosta/.*.