Noviembre ha sido históricamente el mes en que los bancos sacaban toda su artillería promocional para captar clientes para sus planes de pensiones. Pero así como parece que el verano es cada vez más largo (temperaturas de 30 grados a mediados de octubre no es muy habitual), también parece que el mes de noviembre cada vez llega antes. Al menos si se tiene en cuenta que son varios los bancos y aseguradoras que ya han empezado a engalanar los escaparates de sus oficinas con ofertas para conseguir el mayor número de clientes para sus planes de pensiones. Los ganchos, los mismos que otros años: bonificaciones en efectivo y regalos que van mejorando en función de la cantidad que se invierta.
Sin embargo, este año hay algo diferente. La necesidad que tienen los bancos por mejorar sus balances, y el hambre de liquidez que tienen los inversores en un contexto de mercado en el que la palabra crisis ha sido una constante, ha provocado que las bonificaciones que otros años se quedaban en el 1% hayan dejado paso a otras mucho más suculentas, que se asemejan a los rendimientos que ofrecen los mejores depósitos. No hay que olvidar que, a diferencia de éstos, las ofertas en planes de pensiones no están reguladas. Es decir, todo vale con tal de conseguir clientes.
Concentrados en las bonificaciones
Esto explica, por ejemplo, que Bankinter, uno de los más madrugadores a la hora de presentar su campaña, ofrezca hasta un 4% sobre el total del importe de los planes de pensiones traspasados, siempre que éste sea igual o superior a 50.000 euros. Y sin límite máximo de bonificación por cliente. Es decir, si alguien aporta 60.000 euros, el regalo ascenderá a 2.400 euros, sin tener en cuenta la retención que efectúa Hacienda. Para traspasos entre 30.000 y 50.000 euros, el premio será del 3% del importe traspasado; y para las aportaciones de entre 3.000 y 30.000 euros, la bonificación ascenderá al 2%. Eso sí, en todos los casos se exige que el cliente permanezca un mínimo de 5 años en el producto. Inversores que quieran por tanto beneficiarse de otros regalos al año que viene por cambiarse de plan, absténgase.
Similar bonificación, del 4%, es lo que ofrece BBVA, la gestora líder en planes de pensiones, para quien contrate alguno de sus productos. También similar es el compromiso de permanencia, de 5 años. Pero varía la cantidad mínima que se requiere para disfrutar de este "regalo". Si Bankinter exigía una inversión mínima de 50.000 euros, BBVA tan sólo requiere una cantidad de 25.000 euros (las cantidades inferiores se premiarán con un 2%). Sin embargo, esta promoción no afecta a todos sus planes de pensiones, por lo que conviene consultar con la entidad para no llevarse sorpresas.
Algo más moderada es la oferta de La Caixa. Aunque la entidad catalana está ultimando su campaña para sus productos de ahorro (Santander y Caser también están en ese proceso), de momento, y según publicitan en su página web, está premiando con un 3% las aportaciones a algunos de sus planes de pensiones. Y mucho más moderadas son las campañas lanzadas por ING, Zurich o Axa, que ofrecen desde el 1 al 1,5% por invertir en sus planes de pensiones. No obstante, algunas de ellas también dan la posibilidad al partícipe de elegir entre una selección de regalos que van desde una vajilla hasta un iPod hasta una consola XBox. Y Bankia permite beneficiarse de sus regalos (desde una vajilla a MacBook) desde aportaciones mínimas de 1.500 euros.
Sin embargo, estas ofertas son tan sólo las primeras de una guerra comercial que a juzgar por estas primeras impresiones, parece que va a ser más agresiva que en años anteriores. No en vano hay que tener en cuenta que es en el último trimestre del año donde se concentran la mayoría de las aportaciones a planes de pensiones. De hecho, según los datos de Inverco al cierre de 2010, el 48% de las aportaciones a planes se hicieron en el último trimestre del año.
La información, a la orden del día
Pero la pregunta que en realidad debe hacerse todo partícipe es ¿realmente merece la pena entrar en esa guerra? "Lo más importante es ofrecer un buen asesoramiento y un producto rentable para el partícipe y si quiere comprarse una vajilla, que vaya al Corte Inglés", afirma José Luis Jiménez, director general de March Gestión de Pensiones.
Quizá por ello, cada vez son más las gestoras y aseguradoras que optan por sustituir o complementar los regalos para sus planes de pensiones ya existentes por lanzamientos de nuevos productos que cubran las nuevas necesidades de sus clientes. "En un entorno de altísima volatilidad en los mercados estamos detectando especial interés en los productos de ahorro jubilación más conservadores o que cuentan con mecanismos de protección del capital", afirman en Deutsche Bank. Entidad que ha decidido aumentar su oferta con PPA Futuro Garantizado y PPI Evolution One. La misma estrategia ha seguido Bankia. "Estamos preparando el lanzamiento de algún nuevo plan, que sería garantizado de renta fija, que es lo que en estos momentos están demandando los clientes", afirman desde la entidad.
Pero sin duda, si hay una tendencia que se ha repetido en los últimos años entre los especialistas en productos de ahorro a largo plazo, ésa es la de dar más información a sus clientes. Y es que la crisis actual ha puesto de manifiesto que el sistema público de pensiones español es de todo menos sostenible. Por lo menos el sistema que conocemos hasta ahora, donde la pensión pública cubre el 80% del salario, frente al 40% de media de la Unión Europea. Surge por tanto la necesidad de complementar esa pensión pública con otra privada para mantener el nivel de vida pero la duda siempre es: ¿cuánto tendré que ahorrar?
Para responder a esta cuestión, cada vez son más las firmas de inversión que ofrecen herramientas para que el inversor pueda calcular la cuantía de su ahorro. Por ejemplo, tanto Aviva como Sabadell han desarrollado una herramienta de análisis individual de la cobertura de la seguridad social con respecto al salario para que sus clientes puedan planificar su ahorro a futuro.
Objetivo: superar siempre al IPC
Analizado el cómo y el cuánto, sólo queda conocer el dónde. Y la respuesta es muy simple: en aquellos productos que hayan demostrado históricamente que son rentables a largo plazo, independientemente de que se incluyan o no dentro de alguna campaña de bonificaciones o regalos. Uno de los objetivos que debe fijarse siempre todo inversor, independientemente del producto donde invierta, es que éste le permita obtener una rentabilidad superior al IPC. De lo contrario, estaría incurriendo en pérdidas reales.
Sin embargo, el hecho de que la última década haya estado marcada por tres crisis (la de las puntocom, la de las subprime y ahora la de la deuda pública) ha complicado y mucho la tarea de los gestores por conseguir ese objetivo de batir al IPC. De hecho, según los datos de Morningstar, sólo 11 de los 479 planes de pensiones que tienen una antigüedad de al menos diez años consiguen en la última década un rendimiento superior al IPC que en este tiempo, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ha sido del 3,14% anual de media.
Dentro de este selecto grupo, es el fondo de Bestinver, Bestinver Ahorro, el que más rentabilidad consigue en la última década. No en vano, su rentabilidad anualizada triplica la del IPC, ya que asciende al 9,74%. Este producto, que nunca se ha incluido en ninguna campaña promocional, sigue un estilo de inversión mixto. Es decir combina la renta variable con la que realiza en renta fija. En la actualidad, invierte la mayor parte de su cartera en bolsa europea, con una cartera muy diversificada que incluye 90 valores, entre los que destacan BMW, Exor y Wolters Kluwer. Una estrategia que aunque puede darle buenos resultados si se confirma que lo peor ya ha pasado, no ha evitado que el fondo acumule pérdidas del 8% en 2011.
También de una rentabilidad superior al 8% anual en la última década puede presumir Plancaixa Privada Bolsa Emergente PP. Este plan de pensiones invierte el 98% de su cartera en fondos de inversión que a su vez invierten en acciones que cotizan en mercados emergentes. Una estrategia que no está dando buenos frutos este año -pierde un 28%- pero sí en el pasado ya que, salvo en el año 2008, ha cerrado los últimos cinco ejercicios con rentabilidades de dos dígitos.
En qué se quedan realmente los regalos
