
Hay señales que auguran que el cierre de semana puede ser positivo tras la escalada que protagonizaron ayer los parqués europeos y estadounidenses. La causa principal fue el anuncio por parte de los principales bancos centrales del mundo, entre ellos el BCE y la Fed, de que preparan medidas de liquidez extraordinarias.
Pero hay otro indicio, y muy importante: vuelve a estar vigente la correlación que dice que, cuando la bolsa sube, los bonos bajan. Así, "hemos visto una corrección en los bonos americanos, tanto a 10 años como a 2 y a 30 años, y eso que parecían no querer caer. Se han roto soportes de corto plazo y eso es bueno y favorable para la bolsa", apunta el director de estrategia de Ágora A.F., Carlos Doblado.
Así, en Europa los avances acercaron al EuroStoxx 50 a la zona de primera resistencia situada en las inmediaciones de los 2.200 puntos.
Y en Wall Street, el índice de referencia del mercado americano, el S&P 500, ha logrado perforar resistencias clave, igual que el Nasdaq 100, en una jornada de fuertes alzas a ambos lados del Atlántico. Pero aún faltan el Dow y el Nasdaq Compuesto para cerrar el círculo.
Cita con la confianza
Después de que hoy Research in Motion abriera la veda de resultados en el Nasdaq y decepcionara estrepitosamente al mercado (su bpa se situó en los 0,63 dólares, frente a los 0,89 que esperaba el mercado, y ha llegado a caer más de un 10% en el after hours del mercado tecnológico), habrá que esperar hasta la semana que viene para conocer las cuentas de otras compañías como Adobe, Oracle, FedEx o Nike.
Por el lado macroeconómico habrá muy pocas referencias, pero una de ellas fundamental: el dato de confianza que elabora la Universidad de Michigan. Lo crucial es que esta cifra es la adelantada de septiembre, y se espera que mejore notablemente con respecto al mes previo.
En la zona euro, conoceremos los costes laborales y el saldo de la balanza comercial perteneciente al mes de julio.