BOGOTÁ (Reuters) - Parte de la prueba de vida de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, una carta que escribió en la selva y que fue publicada el sábado, es un conmovedor mensaje en el que relata la tragedia de su secuestro y confiesa que está desfalleciendo lentamente.
"Ya no tengo las mismas fuerzas, ya me cuesta mucho trabajo seguir creyendo, pero quería que sientan que lo que han hecho por nosotros marca la diferencia", agregó la política franco-colombiana, próxima a cumplir 46 años.
Además de la carta, el Ejército colombiano confiscó cinco vídeos en los que aparecen 16 de los rehenes.
"Estoy mal físicamente. No he vuelto a comer, el apetito se me bloqueó, el pelo se me cae en grandes cantidades", relata Betancourt en su carta dirigida a su madre Yolanda Pulecio y publicada parcialmente por la prensa colombiana.
LA VIDA NO ES VIDA
"Como te decía, la vida aquí no es vida, es un desperdicio lúgubre de tiempo. Vivo o sobrevivo en una hamaca tendida entre dos palos, cubierta con un mosquitero y con una carpa encima, que oficia de techo, con lo cual puedo pensar que tengo una casa", narra la política en su carta.