
Entrar o no entrar. Esa es la cuestión. Google presentó resultados el pasado 15 de marzo, y los inversores decidieron deshacer posiciones respecto a sus títulos. Aún así, estos han conseguido mantenerse por encima de los 500 dólares, pese a que eldía previo se encaminaban hacia los 600. Desde entonces las consecuencias en forma de previsiones ya son palpables.
Desde que Google no aprobó su particular examen, sus títulos no abandonan el color rojo en el parqué. La tecnológica presentó un beneficio por acción menor al esperado de 8,08 dólares, frente a los 8,12 estimados por las firmas de inversión. Aunque el beneficio correspondiente al primer trimestre de 2011 fue superior al del mismo periodo del año anterior, no gustó a inversores ni analistas.
Las respuestas no han tardado. En el mismo día de presentar sus resultados, las previsiones para el conjunto del año se han recortado un 2%.A lo que hay que unir el recorte de valoración que numerosas firmas realizaron momentos después de dar a conocer sus cifras.
Doce firmas de inversión han pegado un tijeretazo al precio objetivo de la tecnológica. Entre ellas se encuentran Credit Suisse, Citi, ISI Group o RBC Capital. Aun así, todas ellas mantienen el precio objetivo de Google por encima de los 600 dólares, una cifra por encima de la cotización de esta. Por lo que, en base a sus fundamentales, consideran que en los próximos doce meses su precio puede conseguir creciendo. Por el contrario, la firma Kaufman Bros no solo no ha recortado su valoración sino que la ha aumentado hasta los 730 dólares, desde los 705.
Desde el punto de vista técnico, según Carlos Doblado, analista de Bolságora, el gigante de Internet norteamericano seguirá una senda bajista.
Con todo ello, el consenso de mercado recogido por FactSet continua manteniendo su distintivo de compra, al considerar que su comportamiento futuro será mejor que el de su índice de referencia. Aun así, en los dos últimos meses y medio los analistas han revisado a la baja los títulos de la teconológica.