
Inglaterra contra Sudáfrica. Este duelo proclamó el pasado sábado, en la final que se disputa en el estadio parisino de Saint Denis, al nuevo campeón mundial de rugby. Y aunque éste ya parezca un premio más que suculento para el vencedor, en juego hay un prestigio aún mayor.
El quince de la rosa, como se conoce al equipo inglés, y los springbooks, seudónimo que identifica al conjunto sudafricano, dirimieron un nuevo duelo entre el hemisferio norte y el hemisferio sur, que constituye la rivalidad de las rivalidades dentro del universo del balón ovalado.
Esta lucha resulta similar a la que los alcistas y los bajistas protagonizan en los parqués en estos momentos. Si estos bandos siempre están pugnando, ahora lo hacen con más motivo ante el incierto escenario que ha despertado la crisis hipotecaria en Estados Unidos. Como si de una melé se tratase, los primeros empujan hacia arriba con argumentos optimistas, mientras que los segundos cargan en dirección contraria con razonamientos más pesimistas. Para los primeros, el vaso sigue medio lleno, en tanto que los segundos entienden que se encuentra medio vacío.
Demasiadas dudas
Esta vez, sin embargo, las posiciones distan de estar definidas. De algún modo, el balón está más dividido que nunca, y aunque en el fondo el sentimiento alcista tiene más fuerza, incluso los optimistas condicionan su postura. "Mantenemos una visión positiva sobre la evolución de las bolsas en el mediano plazo aunque en el más corto plazo mantenemos un enfoque conservador por la incertidumbre sobre el grado de exposición de los bancos y la probable rebaja adicional de expectativas de beneficios en sectores afectados", refleja el último informe mensual de Consulnor.
"Creemos que las acciones continúan ofreciendo valor relativo con respecto a la deuda pública. Sin embargo, continuamos abogando por sobreponderar la posición en liquidez", apuntan al mismo tiempo desde Pioneer Investments.
Pero esta cautela no impide que los alcistas hallen argumentos para apoyar su confianza. "Las valoraciones constituyen un aval a tener en cuenta", asegura Banif en su informe de octubre. Los datos avalan esta observación. De hecho, el Ibex 35 se encuentra más barato ahora que hace cuatro meses pese a que el índice está en máximos históricos.
Así, el PER (número de veces que los beneficios están recogidos en el precio de las acciones) del indicador está en 13,5 veces, cuando a comienzos de junio, momento en que marcó su anterior récord, este ratio ascendía a 15,5 veces.
Los bancos centrales
Otro factor radica en la actuación de los bancos centrales. "La determinación que ha mostrado la Reserva Federal (Fed) de EEUU para prevenir las potenciales consecuencias que pudiera tener la crisis de crédito sobre la economía real ha supuesto una inyección de confianza para la comunidad inversora", afirman desde Banif.
En este mismo sentido, los expertos de Citi destacan una estadística curiosa: en las últimas ocasiones, los parqués mundiales han registrado una subida media del 18% en los doce meses posteriores al primer recorte de los tipos de interés por parte de la Fed.
Pero los bajistas no se dejan intimidar por estos motivos. Aunque reconocen que las valoraciones no son tan altas como las de, por ejemplo, la burbuja tecnológica, aluden a que el enfriamiento del crecimiento económico reducirá el ritmo de crecimiento de los resultados empresariales y este hecho, por sí mismo, ya provocará un incremento del PER.
Tampoco olvidan el riesgo de que la incertidumbre se prolongue más tiempo del previsto, algo que incrementará la amenaza sobre la economía y minará la confianza de los inversores. También mencionan la subida del petróleo y la caída del dólar por los potenciales efectos que pueden tener sobre la economía y los beneficios corporativos.
Viendo la evolución de los parqués, los alcistas parecen más cerca de la línea de ensayo. Pero la delantera bajista está ganando kilos por momentos. Y eso les da un poder creciente.