LONDRES (Reuters) - La investigación judicial de la muerte de la princesa Diana comenzó finalmente el martes en Londres, diez años después del trágico accidente automovilístico en París, mientras el padre de su pareja sigue convencido de que fue la familia real británica quien ordenó su muerte.
Al-Fayed, propietario de los lujosos almacenes Harrods, emprendió una larga batalla legal para que el caso fuera presentado ante un juez y un jurado, y se espera que el Alto Tribunal de Londres dedique hasta seis meses en emitir un veredicto.
Dos investigaciones exhaustivas de las policías francesa y británica han concluido que el trágico accidente fue causado por el chófer, que estaba borracho e iba a gran velocidad.
Gran Bretaña tuvo que esperar a que el proceso legal francés finalizara, y a que concluyera después la investigación policial británica antes de que la indagación pudiera comenzar.
Hasta 140 periodistas de todo el mundo se han acreditado para asistir al juicio, y el juez Scott Baker prometió a los miembros del jurado protección judicial ante la publicidad mediática.
Scott Baker dijo al jurado de seis mujeres y cinco hombres que su misión era una "búsqueda de la verdad" respecto a lo que pasó en el choque ocurrido el 31 de agosto de 1997.
Scott Baker informó a los jurados de que volarían la próxima semana a Paris para visitar el lugar del accidente.