Nueva York, 16 ago (EFECOM).- La bolsa de Nueva York abría hoy con una fuerte caída, afectada una vez más por los serios problemas que sufre el mercado crediticio y pese a las dos inyecciones de dinero al sistema financiero que hizo esta mañana la Reserva Federal.
Tras media hora de negociaciones, el Dow Jones de Industriales, el indicador más importante de Wall Street, perdía 122,99 puntos, un 0,96 por ciento, hasta 12.738,48 unidades.
El mercado tecnológico Nasdaq descendía a esa hora 18,88 puntos, un 0,77 por ciento, hasta 2.439,95 unidades.
En cuanto al resto de indicadores, el selectivo S&P 500 perdía 12,24 puntos, un 0,87 por ciento, hasta 1.394,46 unidades, mientras que el tradicional NYSE retrocedía 101,25 puntos, un 1,11 por ciento, hasta 9.287,79 unidades.
A esa hora, el mercado tradicional NYSE movía un total de 409 millones de acciones, frente a los 397 millones del Nasdaq.
De las empresas contratadas en el mercado neoyorquino, 927 subían, 1.889 bajaban y 59 se mantenían sin cambios.
En el mercado secundario de deuda, las obligaciones a diez años subían de precio, de manera que su rentabilidad -que se mueve de forma inversa- bajaba hasta el 4,65 por ciento desde el 4,71 por ciento del cierre del miércoles.
La tasa del bono del Tesoro se mueve así en los niveles más bajos en 22 meses, en medio del enorme aumento de su demanda a raíz de las dificultades de las bolsas y el aumento de la aversión al riesgo de parte de los inversores.
La subida del precio de los bonos era acompañada por el alza del yen frente a las principales divisas, fruto del pago de una serie de créditos que se tomaron en yenes para invertir el dinero en economías de mayor riesgo, operaciones conocidas como "carry trades".
Algunos expertos creen que el alza del yen, que hoy cambiaba de manos en torno a los 113 yenes por dólar en las operaciones previas a la apertura de Wall Street, muestra que los inversores se han vuelto muy reacios a tomar cualquier tipo de riesgo, lo que podría indicar que la crisis del mercado crediticio aún no ha alcanzado su grado más alto.
Esta mañana la Reserva Federal, la Fed o banco central de EEUU; inyectó 17.000 millones de dólares al sistema financiero mediante dos operaciones de 5.000 y 12.000 millones, respectivamente.
Aunque la segunda inyección de fondos, que se produjo unos diez minutos tras la apertura, logró por un instante frenar la caída, al final no bastaba para cambiar el curso de las bolsas.
Una de las mayores caídas esta mañana era la de las acciones de Countrywide Financial, la mayor compañía de créditos hipotecarios de EEUU, que perdían un 12,21 por ciento hasta 18,7 dólares.
Este descenso se produjo después de que la empresa señalara que tuvo que echar mano de una línea de crédito bancario de 11.500 millones de dólares para sortear el difícil momento por el que atraviesa.
Esta compañía, al igual que la mayor parte de las firmas de créditos hipotecarios de EEUU, ofrece préstamos a quienes quieran comprar una casa y luego venden estas obligaciones a otras instituciones financieras o bancos con mucho más capital.
Sin embargo, en las condiciones actuales los bancos no desean comprar más estas carteras y las compañías que entregaron el crédito deben asumir el costo del mismo, algo que las afecta con fuerza y que hasta ahora ha hecho que unas 70 firmas del sector hayan debido cerrar, declararse en bancarrota o buscar un comprador. EFECOM
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