
El rescate de Grecia, los test de estrés de la banca europea y el verano consiguieron anestesiar los miedos del mercado sobre la Unión Europea. ¿Pero hasta cuándo durará esta tranquilidad? El mercado ya está manos a la obra y apunta a Irlanda como principal foco de preocupación. El bono a 10 años ya cotiza en máximos históricos.
La posibilidad de que Grecia no consiga evitar tener que reestructurar su deuda a pesar de los esfuerzos, y que la deteriorada situación de Irlanda le impida cumplir con sus compromisos financieros les convierte en los dos focos de incertidumbre para el mercado.
La situación es especialmente preocupante en el caso de Irlanda. El rescate del sector financiero, fuertemente golpeado por la crisis subprime estadounidese, ha resultado más caro de lo que se esperaba. Lo que lastra las cuentas públicas -Irlanda cuenta con el peor déficit presupuestario de la Unión Europea, que supera el 10% del Producto Interno Bruto (PIB)-, y con ello, se frena el crecimiento económico. Y los inversores en deuda pública ya están haciendo sus cábalas. Tanto están presionando a la deuda pública irlandesa, que el bono a 10 años cotiza en máximos históricos, con una rentabilidad del 6,25%
Y es justamente en este último elemento donde está la clave. "Si el deterioro económico continúa se puede llevar a cabo un efecto dominó en la banca y en la deuda pública", lo que incrementaría la inestabilidad de los mercados, explica José Luis Martínez, estratega de Citi en España.
Círculo vicioso
Esta situación preocupa cada vez más a los inversores ya que es en Irlanda, de entre los países periféricos, donde hay más vencimientos de deuda a final de 2010. "El Tesoro español ha de hacer frente sólo al pago de 2.600 millones de euros en intereses, el Luso a 1.831 millones mientras que el Irlandés a 7.250 millones", explica Miguel Ángel Paz, analista de Unicorp Patrimonio.
Sin embargo, no es el único país de la periferia de la zona euro a la que el mercado empieza a exigir resultados. "Mientras España va al día en cuanto a sus objetivos fiscales para este año, y Grecia ha sufrido algunos retrasos, en Portugal no se han conseguido progresos en el ámbito presupuestario debido a un incremento más rápido de los gastos incompatible con el objetivo fiscal", señalan la firma de inversión JP Morgan.