
Los alcistas siguen al mando del mercado, pero les está costando Dios y ayuda lanzar el ataque definitivo que confirme la superación de resistencias de la semana pasada. Ayer lo intentaron, pero se desinflaron al cierre, y Wall Street acabó lejos de los máximos del día.
En todo caso, mantuvo unas subidas del 0,27% para el Dow Jones, del 0,33% para el Nasdaq y del 0,48% para el S&P 500. Ahora bien, los recortes finales deben provocar hoy ciertas caídas en la apertura europea tras las fuertes ganancias de ayer.
En principio, lo ocurrido en Nueva York no es preocupante y lo más probable es que continúen las alza, aunque quizá haga falta algo de corrección primero. Pero si los alcistas no son capaces de lanzar el ataque definitivo en breve, se abrirá la posibilidad de ver la enésima ruptura falsa de este movimiento lateral y los índices podrán recaer hacia la zona de mínimos.
El Ibex 35 consiguió romper los máximos de dos semanas, pero las espadas siguen en todo lo alto puesto que todavía no se han roto resistencias que aparecen en los máximos del 5 de agosto, los 10.840 puntos.
La sesión de ayer nos dejó unas demandas semanales de subsidios muy por debajo de lo que esperaba el consenso, lo cual es una señal positiva sobre la evolución del empleo. El déficit comercial cayó también mucho más de lo previsto.
En cuanto a las empresas, la noticia fue que Apple levantará las restricciones a las herramientas que se pueden usar en sus dispositivos, lo que abre la puerta al Flash de Adobe. Esta compañía se disparó el 12% en bolsa. McDonald's decepcionó con sus ventas mensuales.
El euro volvió a bajar frente al dólar, el petróleo cayó hasta 74,25 dólares y el oro también cedió hasta 1.250,9. Los bonos volvieron a bajar con fuerza en precio, señal alcista para la bolsa, y su rentabilidad subió al 2,76%.
La floja semana en cuanto a referencias económicas culminará hoy viernes con los inventarios mayoristas.